miércoles, octubre 15, 2008

UNAS REVELACIONES QUE ME INCUMBEN (puntualizaciones a las declaraciones del antiguo secretario personal de Juan Pablo II)

En un despacho de la agencia Reuter ampliamente divulgado en la prensa internacional de hoy -en versión impresa y digital- el antiguo secretario personal de Juan Pablo II durante los años de su su pontificado y actual cardenal (primado) de Cracovia, Stanislaw Dziwisz en unas declaraciones vertidas en el reportage "Testimony" -con intervención del actor británico Michael York- que deberá ser proyectado mañana jueves en sesión nocturna en el Vaticano en presencia del papa Benedicto XV, afirma que herí a Juan Pablo II en la noche del 12 de Mayo del 82 cuando me detuvieron en Fatima.

Salgo de immediato al paso de esas acusaciones:

Primero. Para desmentir categóricamente esos infundios.

Segundo. Para denunciar la flagrante y escandalosa hipocresia que se desprende de dichas declaraciones: si yo heri (levemente) -lo que no es cierto- a Juan Pablo II en Fatima, una cosa está clara y es que a mí -al contrario que al turco Ali Agca- nunca me lo perdonaria, ni antes ni después de mi liberación de la cárcel portuguesa.

Tercero. Para mostrar mi gran extraneza que sea precisamente ahora cuando el citado prelado polaco se decide a desvelar un secreto que habría mantenido guardado durante mas de veinticinco años.

¿No será que lo que se pretende es desviar por todos los medios la atención de la opinion publica en su pais en estado de choque desde hace un año, tras las revelaciones que altos miembros de la jerarquía eclesiastica polaca habrían servido en la Policía secreta del régimen comunista?

sábado, octubre 11, 2008

REFLEXIONES DE URGENCIA SOBRE EL CATOLICISMO ALEMÁN (tras la muer)

La muerte inopinada (en circunstancias extrañas) del lider politico austriaco Jorg Haider me habra llevado a unas nueva reflexiones –de urgencia- sobre catolicismo aleman, en clave hispanica, que vienen a desembocar lo quiera yo o no en el tema fatalmente insoslayable de las raices germanicas o alemanas (como se quiera) de la cultura española ínsitas en nuestra historia desde los origenes. El apellido germanico (que no propiamente aleman) tan vistoso o tan ruidoso o estruendoso (a veces) que yo ostento, les costara tal vez, a muchos que se pongan a leeer estas lineas, el disociarlo de las reflexiones y distinciones que aqui van vertidas, pero no es éste un alegato « pro domo » a la gloria de mis raices familiares maternas (sólo) lo que aqui escribir me habre propuesto sino una « apologia pro vita nostra » en el sentido medieval y antiguo, en defensa propia y de todo un pueblo que es el mio, y el de los mios. Los españoles -se ve ahora más claro que nunca- arrastramos como todos los pueblos de Europa un problema de cruce o choque intestino de memorias (dos), antagonistas y contrapuestas –desde los tiempos de las guerras de religion y de la eclosion del protestantismo- que llego al paroxismo en la guerra civil del 36, se perpetuaria hasta hoy de forma mas o menos latente o soterrada y resurge ahora en esta polemica enfermiza y tan funesta que habra desatado la Ley de la Memoria historica ; pero todo ello, ya digo, no hace más que poner en evidencia en el caso español me refiero, un problema subyacente mas antiguo y mas complejo, el de nuestras propias raíces historicas, y cuando hablo de raices apunto en primer lugar a un plano espiritual, del orden de la cultura (y por extension tambien de la ideologia)

Los españoles, y me refiero –escribiendolo- a los españoles todos, del Norte o del Sur de la España de vertiente atlantica, o de la otra, mediterranea, somos culturalmente germanicos por mas de un concepto: lo somos en primer lugar por ser hijos de la civilizacion europea en sentido amplio, que nació fruto de una fusion (primordial « verbi gratia » cristiana) entre el elemento germanico y el elemento latino, y en eso los circulos intelectuales franceses mayormente que habran rumiado sobre el tema  en las últimas decadas (a la derecha del espectro ideologico) hay que decir que acertaban de lleno en la intuicion...aunque se equivocasen o desbarrasen –de nuevo- en los postulados, de cuño racistas y de origen académico, intelectual (y decimononico) muchos de ellos: hoy como ayer, como si la historia del siglo XX de la II Guerra Mundial sobre todo y de sus consecuencias a corto y a largo alcance –igual que aquellos borbones del exilio- no les hubiera enseñado nada absolutamente …

O como si imponderables estrictamente nacionales -"hexagonales", franceses- de antiguas raices historicas milenarias les impidiesen más bien la sana y fecunda fusion espiritual con elementos alógenos…que me diga con pueblos afines y les abocasen por extraños y tortuosos vericuetos a acabar por ahondar siempre en esa brecha (abisal) que les separó mas de un milenio durante de sus vecinos del otro lado de los Prienos : algo, esa verdad, esa impronta anti-espanola o anti-hispanica de las posiciones historicas etnologicas o culturales de la llamada Nouvelle Droite ( la Nueva derecha) tan flagrante como indesmentible; asi me lo parecio a mi al menos desde que les eche por primera vez la vista encima hace ya mas de dos decadas. Como si la dicotomia de rivalidad politico-militar –entre francos y visigodos…- que alumbro los origenes de la Europa cristiana, siguieran ahi, mil quinientos años despues de la batalla de Vouillez –« Vogladerunt » en los trabajos historicos, en castellano, de Ramon Menendez Pidal- y del hundimiento del Imperio visgodo de Toulouse -o de Tolosa-, mas enhiestas que nunca…O como si la historia no hubiera acabado arrojando un potente mentis como digo a sus tesis, deshauciadas « grosso modo » desde el 45, despues de haber sido hasta entonces, hasta los inicios de la Segunda Guerra Mundial el pan nuestro de cada dia en el ambito universitario de toda el area cultural de la Europa occidental desde hacia mas de un siglo, hasta el punto que incluso españoles ilustres se bebieron el brebaje o picaron en el azuelo y pienso en particular en nuestro (grande) Ortega y Gasset, en aquellas frases tan infelices de su (indispensable) « España invertebrada » sobre aquellos (pobres) visigodos « alcoholizados de romanismo ». Que si lo hubieran estado un poco menos, como los francos -venia Ortega a querer decir- otro gallo nos hubiera cantado a lo largo de la Historia…

Y viene a cuento, toda esta larga disquisicion –o ensimismamiento que diran algunos-, de esa fractura cultural Norte/Sur a la que he aludido al principio y que conocio el continente europeo de resultas de las guerras de religion de los siglos XVI y XVII, y de aquel choque frontal que tradujo un conflicto -irresuelto hasta hoy- entre el protestantismo y la Contrarreforma (española…o hispanofila…) Una linea divisoria de tipo religioso cultural y a la vez, y para comenzar en un plano territorial, geografico o geo/estratégico –que los protestantes dieron en llamar « la linea Gustavo Adolfo » y que reinvidicaba un Federico Niestsche, de muy joven, y mas tarde en sus escritos autobiograficos, por oposicion a la ensenanza catolica (rival) de los jesuitas….-, que sellaria "pari passu" el desenlace de la Guerra de los Treinta Años en donde se verian ennfrentados los principes protestantes del Norte de Europa de un lado –ademas de la Francia intrusa de Richelieu- y del otro las potencias temporales que llevaron adelante junto a la Roma pontificia la Contrarreforma anti-protestante, en particular la Casa de Austria en su doble rama, la austriaca y la española ; pero que dejaria rastros o vestigios o atisbos de presencia hispanica mucho mas arriba de esa linea divisoria, hasta alli donde alcanzo el empuje militar del imperio (español) en el zenith de su expansion historica, que desbordo en un momento –en la fase primera de aquel conflicto- hasta las costas alemanas del mar del Norte y tambien hasta el mar Báltico…

Y el sello -hispanico- de esa Alemania catolica del Sur permaneceria indeleble siglos durante desde entonces por mas que los españoles no se diesen cuenta alguna; primero porque a los que nos mandaron despues –al servicio « nota bene » de una dinastia francesa…- no les interesaba de modo alguno tan melindrosa toma de conciencia, y en segundo lugar –ay dolor !- porque los españoles viajarian poco puertas fuera despues, allende los Pirineos que me diga, como lo ilustra esa aversion, esa alergia anti-europea tan proverbial –en parte justificada- que criaron desde entonces, y que traduce immejorablemente la triste suerte que el destino depararia a un español insigne, Angel Ganivet que se diria que no pudo soportar más la expatriacion (tan lejana) y se acabo suicidando arrojandose a las aguas heladas del rio Duina, durante su estancia de ministro plenipotenciario de la embajada espanola en Helsinki, tras muchos años de estancia en el extranjero, mas alla de los Pirineos (la copa llena, apuesto, de vejamenes, de afrentas y de desprecios…)

Y sin embargo aun hoy, tantos años ya transcurrridos del final de la Segunda Guerra Mundial, al cabo de todos los seismos y transformaciones que se producirian en suelo europeo y en particular en las zonas de influencia germanica praticularmente afectadas por el conflicto, la impronta familiar para españoles de muchas zonas o regiones más alla de los Pirineos, en el area de cultura germana sobre todo como digo, sigue siendo sorprendentemente inconfundible. En los llamados « cantones del Este » por ejemplo en la zona de Belgica junto a la frontera alemana de poblacion germanofona; en la localidad de Eupen por ejemplo, capital de territorio, con un trazado de calle/maestra idéntico al del pueblo andaluz de donde proceden los mios, que se puede hacer remontar sin duda a una pista historica comun ubicable en la epoca de Carlos V, cuando tuvo lugar gran parte de la repoblacion de las regiones mas meridionales de la Peninsula a seguir al final de la Reconquista. La impronta catolica e hispanica se torna insolitamente visible tambien en una de las figuras mas destacadas de la Historia de las ideas y del pensamiento filosofico del siglo XX y me refiero a Martin Heidegger, como lo pone bien de manifiesto una obra fundamental –que traduje en parte en su momento, por encargo de su autor (1)- que le dedicó el historiador Ernst Nolte, que fue de muy joven justo antes de estallar la segunda guerra mundial su discipulo….

Martin Heidegger habia nacido en un pueblecito (catolico) –de nombre mas que simbolico Messkirch: de « mess » misa en aleman, y de « kirch », iglesia…- en lo mas profundo de la Suabia catolica, en el extremo Sur de la actual Alemania, en lo hondo de la Selva Negra, y en sus años mas jovenes –corria el pontificado de San/Pio/X- fue seminarista y acquirio una primera formacion teologica y filosofica no solo catolica sino incluso integrista y anti-moderna (o anti-modernista) con la que andaria por asi decir a brazo partido el resto de su vida, hasta el punto que se puede afirmar que su orientacion « existencialista » posterior no seria mas que una tentativa –patetica, y desesperada casi- de conciliacion de los postulados que habia asumido en su formacion primera con los que asimilaria mas tarde, ya de profesor, en un ambito universitario radicalmente distinto, secularizado, de un estamento docente de cuño protestante, hegemónico –me figuro, entonces como hoy- en las universidades alemanas, que se veria encarnado en prestigiosas figuras como Edmond Husserl, durante largos años su mentor y maestro, hasta que se distanciaron tras el advenimiento del nacional/socialismo.

La actitud de Martin Heidgger en la epoca nazi, blanco de las mas acerbas criticas, pero que se puede en puridad –a partir de un momento dado, de 1934 exactamente, cuando dimitió en señal de protesta de su cargo de rector de la Universidad de Friburgo, a seguir a la Noche de los Cuchillos Largos- calificar de « disidencia interna », denotaba igualmente una impronta catolica indesmentible, a la que vez sintonizaba fielmente con la tensiones crecientes entre el catolicismo aleman y el regimen nacionalsocialista, y cabria homologarla (hasta cierto punto) con la de otras figuras intelectuales, de catolicos sobre todo del area germano/austriaca, de orientacion (mas o menos) conservadora, y anti/marxistas, que sufrieron persecucion bajo el nacionalsocialismo, como Otmar Spann, o que escogieron claramente la via del exilio y la emigracion al otro lado/del/charco, y pienso en particular en intelectuales destacados igualmente oriundos de unos espacios de demarcacion que habian sido los de la monarquia danubiana –léase el Imperio austro/hungaro-, como Eric Voegelin y Leo Strauss, que se encontrarian en los origenes mas tarde del movimento ideológico e intelectual « neoconservador » (o « neocon ») que tanto protagonismo habra alcanzado en la era Bush, en los Estados Unidos.

Pero esa presencia hispánica en Europa, conflictiva en su origen –lo admito- que se vio indisociablemente asociada a un conflicto de proporciones continentales que se propagaria « grosso modo » a la Europa entera, escondia sin duda tambien –y es una hipotesis que me habre puesto a rumiar y a barruntar desde hace ya un buen rato de mi larga estancia en Bélgica- una presencia mucho mas antigua reveladora de un fenomeno (medieval) de osmosis cultural indesmentible entre las poblaciones del Norte y del Sur de Europa dentro « nota bene » de unos limites geograficos en fase de expansion intermitente, al compas del avance de la Reconquista en la peninsula, y se traduciria en multiples fenómenos caracteristicos y emblematicos del mundo medieval como lo fue la politica de enlaces de los soberanos de los reinos cristianos peninsulares con otras monarquias europeas, la participacion de las Ordenes miltares extranjeras de allende los Pirineos, en la lucha contra un Islam en fase de conquista o el nacimiento del Camino de Santiago…

Y tambien « pari passu » en otro fenomeno del ámbito naval menos divulgado y menos estudiado tambien que fue el comercio y el trafico maritimo entre la Peninsula –en la zona reconquistada a los arabes- y el Norte europeo que configuraria lo que se dio en llamar « la Europa hanseática » y que se extendia por aguas del mar del Norte arrriba, entraba en el mar Baltico y se perdia por asi decir en las immensidades de la estepa rusa, por las cuenca de las vias fluviales mas importantes del Este europeo. A los tercios españoles protagonistas de aquella formidable embestida militar de la primera fase de la guerra de los Treinta Años les habian precedido ya, varios siglos antes pues, naves hispanas abanderadas con el pendon de Castilla por aquellas costas y aquellos mares….Y testimonio de ese trafico maritimo y civilizador lo seria la presencia historicamente innegable de una nutrida colonia hispana en la ciudad de Brujas, entonces a orillas del mar aún –que vivian alli sin problema desde la baja Edad Media…- mucho antes de Carlos V y de Felipe II y de las guerras de religion (y de lo que se seguiria) ; mero reflejo a su vez de lo que hace ya rato di en llamar un Polo/Norte de los españoles en el discurrir de su devenir historico, y que se veria –ay dolor !- extinto o apagado desde entonces.

La Europa hanseatica concidiria ademas, en un plano linguistico, con lo que los linguistas dan en llamar el area del bajo/aleman (« nederduits », en flamenco/neerlandes) y que se extendian por todas las tierras « bajas » -« verbigratia » cercanas al mar- del area geográfica de cultura germánica y comprendía toda una familia de lenguas entre las que cabe mencionar, entre otras, al « neerlandes » -u holandes/flamenco- y a las lenguas escandinavas: por oposicion o contraposicion al alto/aleman –""hogeduits-, a saber la familia de lenguas y dialectos germanicos de las tierras/altas, de donde surgiria el moderno aleman que tuvo como cuadro historico de su nacimiento al romanticismo de principios del siglo XIX, y como molde institucional las rigidas estructuras del Estado prusiano….Y es curioso que lineas divisorias, de separacion tan antiguas -de una memoria más vieja aun que las guerras de religion…- estuvieran bien presentes en la mentes rectoras de la Alemania Nazi, al llegar la Guerra Mundial ; en los Paises bajos sin ir mas lejos, en la persona del gobernador (Gauleiter) que se les impuso a los holandeses durante la ocupacion alemana, Arthur Seiss Inquart, un (catolico) austriaco….

Todo ello sin duda es lo se puede leer entre lineas de unos textos preñados de melancolia y de nostalgia historica de Jose Antonio Primo de Rivera, de poco antes de sus muerte ; en el mas divulgado (y discutido) de todo ellos desde luego, « Espana, germanos contra bereberes » pero tambien en su « Cuaderno de notas de un estudiante eropeo » –menos divulgado- donde hacia votos, tres años antes del estallido de la segunda guerra mundial, que el nacionalismo alemán acabara reanundando con la vieja tradicion universal, « verbi gratia » catolica, de la casa de Austria; un dato indispensable a añadir a la especulacion -no menos fecunda a fuer de interminable- de ese ejercicio de politica y de historia/ficcion consistennte en inentar averiguar o en profetizar –hacia el pasado o « hacia atras »-lo que habrian hecho Jose Antonio y la Falange una vez estallada la guerra mundial, en el 39….

Una cosa es cierta como quiera que sea: España se mantuvo neutral en el 45, escapó al tribunal de Nuremberg –de milagro casi- y ello nos da hoy sesenta años despues bazas mayores a los españoles que a otros pueblos europeos, « a la hora de la Historia » (con mayusculas), como hubiera dicho el gran Rafael Sánchez Mazas. Y lo es sobre todo una relacion privilegiada con el mundo germanico mas alla de lo que pueda dar a pensar esa imagen de vieja/Europa –a tres, a dos que me diga-, de un eje franco/aleman que no va mucho mas alla –aun hoy- de las esferas de la alta finanza, y de la gran politica y de las relaciones diplomaticos entre estados. Uno de los grandes reproches de los separatismos centrífugos y periféricos en contra de España y de su destino comun naceria sin duda alguna de un sentimiento irreprimible de sentirse mas europeos que el resto de los españoles ; algo palpable entre vascos y todavia más entre catalanes (nacionalistas), y en la base de una conviccion tan vidriosa –tan mendaz, y tan falaz a la vez- subyace en mi opinion ese grandioso malentendido historico que habre intentado esbozar mas arriba.

Algo que habra conseguido en cualquier caso esconder o disimular, con gran cuidado y esmero hasta hoy, esos lazos espirituales –« de solidaridad cultural » los llamaba Jose Antonio- que nos liga al continente europeo y en particular a una Europa (catolica) semi-enterrada por siglos de historia y mal conocida. En mis años jovenes de la Universitaria madrileña hizo furor en ciertos medios una obra de prospectiva historica sobre el año dos mil (aun lejano entonces de las mentes de la mayoria) –escrita en frances en su texto original (2)- que profetizaba el nacimiento en España y su propagacion más tarde al resto del continente de un movimiento pan/europeo, a cargo (sic) « de antiguos falangistas » Del enemigo el consejo, dice el refrán : en este caso, de una voz no propiamente enemiga pero si proveniente « de fuera »… Y es que el pan/europeismo se me antoja hoy –cuarenta años despues (casi) de la aparicion de aquel libro clarividente, y tras mas de veinte años de residencia allende los Pirineos (en Belgica) opción inevitable y a la vez vocacion (politica) irrenunciable en el futuro (immediato) que nos tiene reseervado el destino a los españoles. Como llamada (irresistible) –una vez mas- de « la voz de la sangre (Jose Antonio) que nos liga a los destinos de Europa » (3)


COLOFON En estas reflexiones –de urgencia- sobre catolicismo aleman en clave hispanica era ineludible –lo confieso- mencion del nuevo papa, Benedicto XV, de nacionalidad alemana. En una entrevista que me hicieron hace poco, al final de mi estancia de varias semanas en Madrid, el periodista me preguntaba mi opinion sobre el actual pontifice. Comparaciones odiosas siempre, pero que a veces no dejan de ser utiles como la que aqui se imponia entre un papa aleman y su predecesor polaco…: está claro, por un prurito siquiera de echar la vista al futuro antes que al pasado, hacia donde van mis preferencias….El nuevo pontifice fue no obstante estrecho colaborador de su predecesor en asuntos de los mas delicados –no se olvide- como lo fue la condena de monseñor Lefebvre que él instruiria (de cabo a rabo) desde su puesto a la cabeza del Santo Oficio… pero todos esos me parece ya hoy un poco agua pasada…. « Errare humanum est » además, y si se sigue sosteniendo que el concilio vaticano segundo no fue mas que « pastoral » no habra empacho tampco, me figuro, en acabar admitiendo que se equivocaron muchos entonces, incluso un futuro papa….

Pero no sé porque me da que el gran envite en torno a la figura del actual pontifice se juega o gravita en torno a su pasado, de sus años de muy joven, que fueron los del regimen nacionalsocialista, durante la segunda guerra mundial, lo que simboliza la foto que se pone ahora a circular –como un espantapájaros o un potente talismán-  del actual pontifice encuanto hace falta vistiendo entonces el uniforme de las juventudes hitlerianas, algo que le acompañará (fielmente) hasta la tumba….por muchos « mea culpa » que entone en publico y en privado o por muchos golpes de pecho que se inflija…. « La voz de la sangre », una vez más lo que me guía en este melindrosa tema : en recuerdo de las victimas de Dresde, la gran ciudad barroca (y catolica...) a orillas del Elba. De la carcajada inocente de los miles y miles de niños que llenaban a abarrotar la ciudad (abierta), cuando vieron en el cielo las luces señalizantes de los cazas y de los bombarderos, como lo cuenta David Irving en su libro indispensable…¡Carcajada infantil carcajada eterna!: esa es mi religión (de inocencia) –lo dije ya hace muchos años- nunca tuve otra….

SEMPER IDEM (sin complejos de culpa)

(1) : « Heidegger. Politik und geschichte im Leben und Denken », de Ernst Nolte. Propylaën, Munich, 1992
(2) : « L’An 2000 », de Herman Kahn y Anthony Wiener, Paris, Robert Laffont, 1968
(3) : « España, germanos contra bereberes »de José Antonio Primo de Rivera

miércoles, octubre 08, 2008

LITERATURA Y GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (y 7): un epigono en literatura/del/franquismo, Francisco Umbral (primera epoca)

"Travesia de Madrid" de Francisco Umbral, finalista del premio Alfaguara 1965 (1), no se puede decir que sea una novela falangista propiamente hablando, ni "franquista" siquiera. Una novela costumbrista mas bien, de ambiente madrileno, que su autor se "cocino" -como solo él mismo sabria hacerlo- de su experiencia vivida, de primera mano, en los meses o en el periodo de tiempo -me da que mas bien corto- que vivio como quien dice a la intemperie, sin domicilio fijo, casi ambulante, de joven de provincia recien llegado o mas bien huido a Madrid, que se tuvo que ganar o que « buscar » la vida en la capital como pudo y esta claro que ya sólo en eso cabe decir que Umbral fue una revelacion, en el arte de vivir (o de sobrevivir), y en el de trepar -en su profesion- mucho mas o antes aun que en el arte de la escritura; en aquel Madrid de mediados de los sesenta en plena expansion, del medio millon de matriculas automovilisticas que se veian -¡palabra!- aumentar a ojos vista, como quien dice; lleno...¿que digo? mas que pletorico de ansias de vivir sobre todo entre los mas jovenes y que Umbral acierta a describir de una vision potente y convincente desde fuera o de recien llegado con la que alcanza, es verdad, a abrazar toda la topografia ciudadana desde los barrios mas centricos de Salamanca, de Chamberi de Arguelles (los que solo mas tarde motejaria de madriles/de/derechas) -y entre parentesis los que mas frecuenta en su novela...- hasta el mas extremo (y mas agreste) de los extrarradios, de Norte a Sur, y de Este a Oeste del area metropolitana, de la Plaza de Castilla hasta el Rastro y el Puente de Toledo, o desde las barriadas mas miseras e insalubres entre chabolas, desmontes y descampados mas alla del puente de Vallecas ; desde el pozo del tio Raimundo o de los campamentos gitanos del arroyo del Abroñigal ardiendo de noche en sus grandes hogueras, hasta el Cementerio de San Isidro -la colina de los muertos- como la llama y hasta Getafe y Carabanchel al otro lado del gran perimetro urbano de la capital o en la otra punta dandole la vuelta por su periferia o cruzando simplemente el puente, o el rio -el Manzanares-, que a fuer de seco, de escualido y de exhausto no esta nunca lejos del todo en la novela, como si su autor hubiese querido dar muestras ya, tan pronto, en aquellos años primerizos de su carrera de joven autor en ciernes, el ser incapaz de desembarazarse de una vez por todas de una « topologia fluvial » por llamarla asi que llevaba desde siempre, desde su infancia traumatica en Valladolid bien viva y omnipresente en su cabeza de « niño de derechas », de familia/bien, y a la vez -por parajodico, misterioso, enigmatico e incomprensible que a primera vista ello parezca- tirado a orillas del rio a todas horas del dia, años durante, sin escuela a la que poder asistir (porque los suyos no querian...) Novela a base de sexo (credible o ficticio a penas...), de dialogos muy vivos, cargados de humor e de ironia mordaz y a la vez ingenus o inocentes, como si quisiese con ello reflejar o -retratar a toda una generacion de jovenes madrilenos de entonces ideologicamente inocentes y que estaban a punto de dejar de serlo…. ¡Primavera del 65, -lo escribi hace ya rato en uno de los muchos poemas que perdi hasta hoy- qué rapido que llegaste y qué despedida tan lenta!....

La novela que aqui comento de Francisco Umbral no es, ya digo, una novela ideologica y sin embargo me parecio de lo mas idoneo el incluirla a modo de colofon de esta serie sobre Falange y Literatura...de literatura y guerra civill que me diga (¡que ensaladera que tengo en la cabeza!...) de puro representativa de una sociedad en expansion, virgen en muchos aspectos, en sus estratos demograficos mas jovenes por lo menos, y al borde ya o en el umbral entonces -a imagen, doblemente grafico, de su propio autor- de transformaciones radicales y de una mutacion/cultural no por incruenta (o casi) menos brutal y traumatica y dolorosa... Novela realista y costumbrista a la vez, de estampas madrileñas genuinas y de situaciones "existenciales" no menos realistas y verosimiles a fuer de enredadas y de insolitas , tan graficas a su vez y tan expresivas; novela apolitica y como tal fruto pristino o exponente de lo mas caracteristico de la sociedad de entonces, la España de Franco de mediados de los sesenta, que el autor tan fielmente retrata, en el seno de la cual habia crecido y en la que su exstencia se veia immersa. Imagen fiel a su vez -de ello doy testimonio yo mismo-, con los prismas y refracciones propios a la Espana de entonces, de todo un mundo al que me abri yo entonces de joven adolescente…en el preciso momento que por decirlo asi se nos venia encima...Entonces, si, justo a mediados de los sesenta.

De ahi la fuerza de agarre sobre todo de la novela, de su carga testimonial en mí, mas o mucho mas que el valor o el interes meramente literario o narrativo que pudo suscitar en su lectores, entonces como ahora. El Madrid que narra y describe -de recien llegado- Francisco Umbral me era y me sigue siendo terriblemente familiar, mas de cuarenta años despues, lo que ya de entrada ayude sin duda a explicar esa sensacion un tanto indefinible y no menos desagradable de expropiacion -o para decirlo en crudo, de usurpacion o apropiacion indebida- que experimente ante la imagen de madrileño no de/adopcion sino de/excepcion que los medios se empecinaron en difundir con ocasion de su fallecimiento el pasado año. Una cosa clara como luz se desprende no obstante de la lectura de esta novela costumbrista de Francisco Umbral que me veo obligado a reconocer -nobleza obliga- y es que como aquel pardillo del pueblo (comparaciones odiosas) "al que la gran ciudad encandilo con su policromia" hay que reconocer que al castellano/leones Umbral le deslumbro aquel Madrid de los sesenta (tempranos); mas aun yo diria que lo amo ciegamente como una mujer de recambio o como la familia (completa) que siempre le faltaria...Un Madrid en plena expansion urbana, y en plena efervescencia juvenil entonces, fiel reflejo a su vez del ultimo o del penultimo -si se exceptuan los movimientos recientes inmigratorios en aluvion...- de los tirones demograficos que experimentaria en su geografia humana la sociedad española de resultas de las enormes sacudidas y cataclismos sociales que traeron consigo la guerra y la immediata posguerra. Los muertos que vos matais, dice el autor romantico, gozan de buena salud, y lo menos que se puede decir es que la España de al/dia/siguiente de los Venticinco Años de paz (con mayusculas) andaba de lo mas sana y de lo mas robusta, se dijera despues lo que se dijera. Testigo, de excepcion, Francisco Umbral...primera epoca.

Un Madrid joven de guateques y de turistas jovenes extranjeros, de preferencia mujeres (jovenes) solas o en grupo que se hubiera dicho que venian a cosa hecha...Madrid estival de calor sofocante y de pertinaces sequias -como la de los paisajes campestres, de aquellas marchas y excursiones veraniegas por la serrania madrileña aun presentes en mi retina- de un cielo amenazando (eternamente) estallido, como el aire y el ambiente cargado de los dramas mas guerra/civilistas del teatro tragico de Garcia Lorca; por parajodico o contradicctorio que parezca...Madrid de noche, de bandas juveniles del extrarradio, de gamberradas (nocturnas) de ninos/bien, de fuentes o grifos en las aceras, de un cobre que tanto llamaban la atencion de forasteros -como al propio autor tambien...-, de clubs nocurnos y de boleras, de serenos y de farolas de gas en ciertos barrios aun, donde se podia andar de noche por todas partes, hasta los niños y hasta la hora que fuera, en un clima de paz social que los sucesos esporadicos de delicuencia no venian, como el ruido de un vehiculo de motor en la noche en calma, mas que a perturbar por unos instantes a penas. Un Madrid mas que apacible - que bien describe Francisco Umbral como a su pesar -se diria- en este y otros de sus cuentos y novelas primera epoca. Bajo la paz de Franco. Y bajo un cielo no obstante que empezaba a cargarse y a cubrirse rapidamente de nubes...Lo que viene a simbolizar en la novela un fenomeno bien tipico y caracteristico de la España de entonces -la delincuencia del genero "quniqui"- que curiosamente se diria que preside del principio hasta el fin la lectura de esta novela de Francisco Umbral y mas aun, que lo retrata (en parte) y lo caracteriza, a el mismo y a su obra, a lo largo de su carrera y de su trayectoria.

Seria objeto de comentarios mucho mas extensos y prolijos pero ya de entrada cabe decir que Umbral, vallisoletano, de extraccion social burguesa, de familia/bien a pesar del misterio espeso que rodearia hasta el final sus proprios origines, con padrinos o protectores -que no le fallarian nunca aunque él nunca lo reconociese- tan influyentes y distinguidos como lo seria su paisano Miguel Delibes, llevaria desde muy chico, desde su niñez « franquista », una marca -o un estigma o una lacra como se prefiera- de un tufo inconfundible -"quinqui" o merechero- a marginalidad social y a delincuencia o semi/delicuencia, por parajodico que parezca....Y sirva de boton de muestra de lo que aqui afirmo esta novela costumbrista madrileña casi completamente apolitica y en donde el unico telon de fondo ambiental o de epoca, lo ofrece, ademas de las canciones, de los bailes y del lenguaje coloquial pre/democratico de la gente joven que en ella circula -a base del "macho" que desplazaria nota bene el "tio", de inconfundible origen « quinqui » o merchero en la democracia...-, la actualidad como digo de las paginas de sucesos de entonces; y uno de ellos muy en concreto -el asalto sangriento a la joyeria de la calle madrileno de Bravo Murillo, mayo del 65- que haria epoca....

El fenomeno de la violencia o de la delincuencia preñada de violencia que se tradujo o se plasmo en aquel suceso sangriento, retumbante como un potente aldabonazo en la España de entonces- traeria a las primeras paginas de la actualidad, a los ojos de una opinion publica atonita (e inocente) que no acababa de dar credito a lo que leia, esa realidad española subterranea mal conocida, escondida o semi/enterrada durante decadas por no decir desde hacia siglos, de una marginalidad social comparable hasta cierto punto a fenomenos analogos u homologables en sociedades contemporaneas mas o menos desarrolladas, pero que en el caso español cobraba unos relieves tipicos, intransferibles y en cierto modo tambien intraducibles e inexplicables de por el protagonismo que inseparablemente la acompañaba -¿entonces como ahora?-de unos grupos a-sociales dotados de rasgos de personalidad colectiva acusados por demas e inconfundibles que les conferian una dimension etnografica por no decir simplemente "etnica"...-, conocidos vulgarmente como quinquis; o como "mercheros" en el argot propio, de ellos.

El asalto -irrumpiendo el tema como quien dice casi sin avisar, a mitad de la novela de Francisco Umbral- a la joyeria de Bravo Murillo que se saldo con la muerte del guarda, obra de un grupo de quinquis que se harian (tristemente) famosos entonces, coincidio si no me falla la memoria con los primeras erupciones (importantes) de subversion politica en el ambito universitario madrileño y me refiero en concreto al episodio tan cacareado entonces que se traduciria en el expediente de los catedraticos (cuatro, como los jinetes del Apocalipsis) de la Universitaria madrileña -Aranguren, Garcia Calvo, Tierno Galvan…y Montero Diaz (!?)- un año antes de que yo pisase alli los pies por la primera vez, de alumno de la facultad de Economicas, y del que en la novela de Umbral redactada precsamente por entonces no se recoge "nota bene" el mas minimo eco...Dos fenomenos aparentemente dispares y que no obstante, con la perspectiva del tiempo transcurrido y de todos los diluvios que cayeron desde entonces, me da que admiten asociacion o relacion estrecha por mor, aunque solo fuera, de su sincronia...

E ilustra de forma immejorable lo que digo la figura del Lute, robin/de/los/bosques del tardo/franquismo -al que Franco "nota bene" perdono la vida al contrario que a otros por aquel entonces…- que conoceria una ascension meteorica -en la estima y en el reconocimiento social- en la España de la transicion: de ladron/robagallinas a abogado (eso al menos se decia) en el despacho de la Alcaldia madrileña de tiempos del Viejo Profesor....Pero eso como digo vendria solo despues, como la metamorfosis -ideologica y no solo- de Francisco Umbral (segunda epoca): en la España de Franco en orden y en paz aun del tardo/franquismo (primero), los quinquis y los sucesos de violencia domestica que tan ruidosamente protagonizaron, venian a ser ademas del tubo de escape de muchas cosas la actualidad de politica interna; la noticia del dia a falta de otras. Y en eso (tambien) Francisco Umbral, escritor en ciernes, periodista y cronista de la Villa (y de los tribunales de la Villa…) se mostraba inconfundiblemente "franquista" (o pro/franquista)

A Umbral, detalle doblemente caracteristico o sintomatico, el fracaso que le supuso esta primera novela -el primero digno de mencion en sus larga y prolifica carrera literaria-, que solo quedo finalista de un concurso que él daba de entrada por descontado que ganaria, le valio -como lo cuenta Ana Caballe en la biografia que le dedica- una seria depresion que exigio no menos serio tratamiento clinico; pero mas que eso preanunciaba o presagiaba ya en mi opinion la ruptura en las lineas centrales de su obra narratival que comenzaria a verse plasmada sólo un poco mas tarde -en la fase final del tardo/franquismo- y marcaria una primera y una segunda epoca en su carrera y en su trayectoria. El fenomeno de lo que se puede llamar ficciones memorialistas o si se prefiere expresion de una memoria "fingida" en la obra escrita de Umbral -rara flor de resentimiento…- solo vendria años despues como digo, y llevaria desde el principio el sello de lo tragico y calamitoso, y por ende guerra/civilista: tras la muerte de su hijo unico -al cabo de una larga convalescencia-, enfermo de leucemia, algo que Umbral no le perdonaria a nadie nunca (como tantas otras cosas)....

Hay sí, dos referencias brevisimas y fugaces a la guerra civil, a cual mas sintomatica a la vez, en esta novela de juventud de Francisco Umbral; como algo alejadisimo en el pasado, en la primera de ellas (p.125), y como el mudo o disimulado reproche –en la segunda- de un sordo (y voraz y devorante) resentimiento de tipo social y en principio apolitico, siempre en proceso de incubacion (y de metabolismo y metamorfosis) en el autor, en contra de los vencedores de una guerra –« la guerra española » la llama…- que Umbral, joven immigrante aislado y desambientado veia retratados en una clase social de propietarios y rentistas de viejas mansiones señoriales en aquel barrio madrileño de Salamanca tan codiciado de mediados de los sesenta, "que habia sido su patria (de ellos)"antes, y "lo seguia siendo"(p.228); que a todas luces aceptaban mal al personaje/autor sino lo rechazaban….Pero en un plano estrictamente politico o ideologico la cosa era perfectamente reducible o traducible en unas coordenadas de pleno recibo entonces, como eran las del Regimen en vigor que no dejo de alimentarse -hasta el fin- del sueño (joseantoniano) de « la revolucion pendiente », siempre vivo en muchos de sus partidarios mas fieles y mas ardientes.. Ocurre que el caso Umbral era de lo mas atipicos..entre la mas atipica de las « anomalias » como lo llamo acertadamente Ana Caballe, biografa del autor, « no autorizada » Hasta en el aspecto inconfundiblemente « epigonal » -o tardio- que ofrecen su obra y su trayectoria (primera epoca)…

"Travesia de Madrid" es amen del relato de un autor novel, la obra de un epigono del franqusimo literario (y sociologico), es cierto. No en vano Emilio Romero, en un comentario que le dedica en sus memorias (vitriolicas), le incluia o englobaba entre los "ultimos del SEU", y de hecho sus pristinos comienzos como locutor y como articulista lo fueron en el cuadro de la prensa oficial del regimen ; y el primero de sus articulos se veria publicado en la revista « Arco » del SEU de Leon, en concreto (ya en 1955, con ventitres años de edad...) Pero incluso en su trayectoria posterior, en su segunda epoca, no llega Francisco Umbral a romper del todo –en mi opinion- el cordon umbilical que le ligaba con la matriz cultural y por ende literaria que fue para él la España de Franco.

Sera largo tambien de analizar de explicar y detallar pero vaya ya dicho que ese papel al que se fue conformando de forma de mas en mas estricta y exigente Francisco Umbral, ese caracter bufonesco o picaresco si se prefiere que su obra iria cobrando « in crescendo » sólo a partir de la muerte de Franco, coincidente « pari passu » con la transicion y la oconsolidacion de la democracia, ilustra y prueba a la vez lo que acabo de afirmar: a su luz todo se vuelve claro, incluso -por poner un ejemplo- los parrafos mas oscuros de su novela -paradigmatica por tantos conceptos- « la Leyenda del Cesar visionario ». Y sin el desde luego no se explican (por entero) ninguno de sus titulos guerracivilists.

Esa coexistencia o cohabitacion (forzosa) de lenguajes en sus novelas, sobre todo en sus novelas guerra/civilistas, o por expresarlo en moderna terminologia linguistica, de « voces » (ideologicamente) antagonistas, filemente recogidas hasta en sus matices mas nimios e inconfundibles, las de la izquierda como las de la derecha: lenguaje de los rojos...y el de los fachas tambien, vertidos a discrecion y a partes (grosso modo) iguales -y con absoluta maestria a la vez- en la prosa "historica" de Francisco Umbral (en « Capital del dolor » por ejemplo…o en « la Leyenda del cesar visionario »)

Como si coexistieran mas o menos inconfortable o vergonzantemente dentro del autor, o mas bien como si excluida mas o menos y combatida despues de la Transicion una de ellas -la voz de los vencedores de la guerra civil-, despues de haberse hecho oir en altavoz (y cada vez mas desfiguradamente) durante decadas del regimen de Franco, emergiera de pronto en plena era de "felipismo" y de democracia (borbonica) de testigo de cargo, en lo mas hondo del autor, y tambien en sus fragmentos (« posmodernistas »), como por casualidad en los mas deslubrantes de todos ellos...

Como si la memoria "ultrajada", por emplear una expresion propia a Umbral ("Madrid 1940") -de los que perdieron la paz despues de haber ganado una guerra- emergiese o hiciese irrupcion de pronto y consiguiese, aunque por momentos solo, hacerse oir e imponerse por sorpresa, en los relatos del autor sobre la guerra civil, a "la otra voz", antaño perseguida y que hacia ya rato que se habia vuelto "autoritaria" (en la terminologia linguistica), "verbi gratia" politicamente correcta (o democratica...)y ferozmente represora a la menor ocasion por supuesto...("Ni pidas a quien pidio ni sirvas a quien sirvio", rezaba la sabiduria de la epoca)

Como si el personaje de Don Frances, de aquel bufon legendario del Emperador (nuestro señor) fuese el unico traje a la medida que le quedaba al final a Umbral escritor en el armario, al cabo de la larga transicion y de la era felipista (interminable)...Francisco Umbral, confesor del regimen de monarquia de democracia borbonica, y mas aun bufon del rey/borbon (sucesor/a/titulo/de/rey a su vez -lo reconozca o no- del general Franco)...

(1): "Travesia de Madrid", de Francisco Umbral, Alfaguara, 1966

martes, septiembre 02, 2008

LIDIANDO EN EL EXTRANJERO EL TORO DE NUESTRA DECADENCIA (sobre las declaraciones recientes de Jose Luis Zapatero y la Ley de la Memoria Historica)

"Yo prefiero la situacion actual, que no haya un partido de extrema derecha en nuestro pais, y que el votante de extrema derecha vote al PP. Siempre sera un factor de mas estabilidad" (de las declaraciones de Jose Luis Zapatero al diario "El Mundo" del domingo 31 de Agosto)

Las recientes declaraciones de Jose Luis Zapatero, del pasado domingo, al diario el Mundo, seran todo lo apaciguadoras todo lo reconciliadoras que se quiera en apariencia, no son obice no obstante para prestarle ancho flanco a las criticas, y es que en mi opinion no tienen desperdicio...Jose Luis Zapatero muestra una imagen propia en la entrevista que sea tal vez lo mejor que hoy por hoy ofrecer pueda : de politico joven ( y bien parecido) y a la vez con experiencia, de democrata convencido y de toda/la/vida (no como otros) y de español que ama con pasion a su pais –iba a decir patria pero me retengo- lo mismo que a sus habitantes, y sobre todo de viejo luchador por/las/libertades y garante en definitiva de los principios y valores indisociables de una España, la suya, que es la que a él le vota (en exclusiva), y « pari passu » y por via de consecuencia, de portavoz de una memoria, la suya y de los suyos, irreconciliablemente opuesta a la Otra, y eso lo firma y rubrica ahora una vez mas, a pesar como digo del tono reconciliador y mesurado de sus respuestas.

La frase entresacada de sus declaraciones del pasado domingo que recojo al comienzo de mi articulo requiere tal vez una pequeña explicacion « semantica » -a uso sobre todo de los lectores extrajeros (« in concreto » belgas) que puedan asomarse a estas paginas- y tambien de ciertas claves de lectura por mor sobre todo de los criterios -politicamente correctos- que hoy por hoy rigen en Belgica, pais en donde resido y desde donde vengo editando mi blog desde hace ya anos. « Extrema derecha » es una formula –en español- que « vale lo que vale » como por aqui dicen, o si se prefiere que admite un sinfin de interpretaciones se quiera reconocer o no se quiera. Ocurre no obstante que sus traduccion literal –« extrème droite »- es intraducible en lengua francesa…impresentable que me diga en un pais como lo es Belgica en donde el juego politico arrastra desde el final de la segunda guerra mundial en el 45 un lastre de asimetria, « verbi gratia » de escoramiento irreversible hacia la izquierda. Lo que en principio no deberia o no tiene por que ser el caso en España, que no vivio la guerra mundial y que durante decadas –hasta la transicion- conocio un regimen politico que supo –milagrosamente casi- escapar por las causas y motivos que fueran a las consecuencias del desenlace de aquella y de la derrota de sus aliados de cuando la Guerra Civil española…

Como quiera que sea es un hecho irrebatible -que Jose Luis Zapatero reconoce implicitamente, en la frase suya que al principio recojo- que « la extrema derecha », y todo lo que con ella de una forma u otra relacionarse quepa, esta (practicamente) excluida y condenada « sine die » al ostracismo en la politica de la España de la democracia, sin la menor representacion parlamentaria, mientras que la extrema izquierda, en sus diversas versiones y variantes, habra campado y vociferado a sus anchas en las Cortes, dentro y fuera de ellas, todas estas ultimas decadas ; al contrario de lo que parece la regla en (casi) todos los paises europeos, y dentro de la UE tambien, en todos los grandes paises –Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, Polonia, e incluso en el Benelux- que aquella conforman. Es un fenomeno, que me diga un caso excepcional que habra merecido el que me haya ocupado en analizarlo ya mas de una vez en este blog. Pero lo que ahora me habra llamado de verdad la atencion y me habra hecho coger de nuevo –es un decir- la pluma sobre el tema lo es el tono de las palabras del jefe de gobierno (socialista) que parece contemplar el fenomeno que aludo con la mayor naturalidad del mundo, como si perteneciese al orden natural de las cosas, como un residuo del paraiso terrenal: como marca y garantia a la vez de la democracia ideal (y arquetipica) que a todas luces lleva siempre presente en su cerebro.

Sus palabras traducen una fuerte aprension desde luego, lo cual es mas que comprensible tratandose de quien se trata, y de las ideas que representa. Jose Luis Zapatero se presenta en la entrevista como « hijo primogenito de la Transicion”, es decir como un heredero….Algo que ya sabiamos. En virtud de que reglas y de que leyes sucesorias es lo que no quedo nunca muy claro hasta ahora….¿Heredero –Jose Luis Zapatero- de la Constitucion del 78 que parece que juro entonces con pasmo y temblor (reverenciales) bajo la mirada de los padres/fundadores de aquella que veian sin duda en él uno de los jovenes cachorros destinado a relevarles y a liderar en un futuro proximo la clase politica –o el club de amiguetes- que se formo entonces y que desde entonces nos regiria? ¿Del rey borbon en persona que bien mostro hasta hoy que « se lleva mejor con los presidentes de izquierda que con los de derechas » por utilizar la expresion que se puede leer en una de las preguntas de la periodista ? ¿De la España de los vencidos simbolizada en sus ideas socialistas y sobre todo en su numerosas evocaciones –ultimamente es cierto un poco silenciadas o bajo sordina- de su abuelo republicano desaparecido en la guerra civil española ? ¿O acaso del legado de su propio progenitor, presidente –con Franco- del colegio de abogados de Leon lo que le retrata reptrospectivamente como un niño/bien del regimen de entonces perteneciente a sus clases (mas) favorecidas, lo reconozca o no lo reconozca ?….

Esta claro en cualquier caso que Jose Luis Zapatero se ve a si mismo como garante -y a la vez gerente- de la situacion politica que rige en Espana hoy por hoy y que configura un regimen de asimetria como digo en el que una de las muchas opciones posibles y de hecho plenamente admitidas en otros paises o regimenes democraticos, aparece a los ojos de los que hoy por hoy(nos) mandan y disponen a su antojo de nosotros y de todos los resortes de mando -democraticamente por supuesto- como una amenaza (potencial) y yo diria que como la Amenaza con mayusculas, la unica que en definitiva y en ultima instancia les preocupa…Y asi se da la paradoja que Jose Luis Zapatero y a sus ancas todos sus corifeos –Santiago Carrillo el mas encumbrado y mas lapidario sin duda de todos ellos- no dejen de acusar y de tildar al partido de la oposicion de optar o mas bien de atrincherarse en posiciones de “extrema derecha”, como aquellos lo llevan haciendo sin pausa y sin reposo desde los atentados del 11 de Marzo por mas que ahora como digo parezcan encontrarse al principio o en los pristinos inicios de un cambio de rumbo o de estrategia-; y al mismo tiempo como digo, el jefe de gobierno en persona acabe reconociendo en publico en cambio que esa es la solucion que él mismo prefiere, es decir de un partido « de derechas » convertido por la misma logica o mecanica de la situacion que hoy por hoy se nos inflige a los españoles en refugio de un sector del electorado, de « extrema derecha », y a la vez en antidoto o vacuna de todo lo que esta ultima persigue o representa : poniendo asi “de facto” a estos ultimos en un regimen, como se lo podria denominar en definitiva, de libertad provisional o de residencia vigilada, politicamente hablando me refiero. Por el simple delito de no creer en la democracia, lo que es su perfecto derecho (democratico)….…

¿Suspicacias injustificadas –rayanas en figuraciones « paranoides » o claramente paranoicas-, simplismos flagrantes propios de mentalidades y de sensibilidades gustosas de planteamientos maniqueos y « pari passu » de formulaciones radicales y extremistas ? Es lo que se esta tentado de inferir, es cierto, leyendo la entrevista hasta el fin mientras que el lector se deja empapar lo quiera o no del tono lenitivo de las respuestas, sobre todo cuando se lee lo que Jose Luis Zapatero se aviene ahora a declarar en el tema (candente) de la Ley de la Memoria historica, que –asegura él- « no iba contra nadie » « Una polemica mas artificial que otra cosa porque realmente ¿que ha pasado ? Nada », sentencia Zapatero. Y es cierto que se estaria tentado en ver las cosas asi, incluso si se quisiera ver a la vez tan discutida ley como un talisman a penas -lo que no deja de ser tambien- que sus detentores guardan celosamente escondido o en reserva en prevision de que llegue el momento oportuno de utilizarlo…Asi las cosas, nada mas caer en mis manos la entrevista, al dia siguiente mismo de verse publicada, la noticia cae (como una bomba) que el juez Garzon se pone a remover (otra vez) por su cuenta y riesgo el tema de los desparecidos y de de la Memoria historica…Sintoma mas que preocupante por lo demas que la serpiente guerracivilista no este muerta (del todo) como nos aseguraban sino que sigue incubando sus huevos como si tal cosa y de que manera….

(La tauromaquia, la fiesta de los toros –y que se me permita este breve inciso o digresion que viene a cuento de lo que aqui sentar o demostrar pretendo- no fue nunca mi pasion favorita, digamos incluso que sin llegar a ser nunca anti-taurino –lo que en el extranjero o en ciertos paises como Belgica correria raudo el riesgo de verse asimilado a un delito de alta/traicion o de lesa patria…visto desde España…- tampoco me senti nunca formando parte de la legion de taurinofilos tan numerosa por no decir aburmadoramente mayoritaria entre mis compatriotas. Digamos que el arte taurino me parecio siempre un arte/menor tan respetable como otros muchos, una fiesta/nacional por cierto, pero siempre me parecio tambien que no se era mas español o mas patriota por formar parte del corrillo de los entendidos y de los aficionados…Las cosas no obstante no parece que sean claras y tan simples en el tema: la historia de la tauromaquia trae mucha cola y el desentrañar todos sus enigmas tiene mucha mas miga de lo que parece, algo desde luego que llevo barruntado desde hace ya mucho tiempo, tal vez ya digo –en parte al menos- por ver las cosas desde fuera en la materia….Y la lectura –que aqui habre comentado- de la novela « la Paz empieza nunca » de Emilio Romero con el telon de fondo de la guerra civil española me habra afianzado en mi intuicion « taurina » mas todavia. Y lo habra sido el simil –taurino- que en ella se maneja, en relacion con el fenomeno historico de nuestra decadencia….)

En “la Paz empieza nunca” sostiene Emilio Romero que la decadencia española que él veia (re)encarnada en la resurgencia del maquis/comunista en la posguerra (finales de los cuarenta) era algo –hoy lo mismo que ayer, sirva de apostilla- que habia que lidiar como lo hacia Manolete en su tiempo : no de lejos sino de (muy) cerca….Y leyendo la noticia de la ultima inciativa del juez Garzon –con todo el estruendo que promete o anuncia- el simil taurino me viene a la mente con toda la fuerza de una ocurrencia que ni anillo al dedo, mas aun, como una aparicion (maravillosa) Y con él, un recuerdo ya antiguo que reverdece en mí de pronto de mis primeros años de estancia en Belgica y fue del encontronazo aquel tan imprevisible y tan azaroso con aquel rojo/español, andaluz para mas señas –con un acento tan extrañamente familiar, todavia en mis oidos, que me hizo pensar si no vendria a ser originario del pueblo jienense de los mios, precisamente - que olia a guerra civil, a emigracion (de los sesenta e incluso antes, de los cincuenta), a exilio, a carcel, a delincuencia y a tantas otras cosas, en aquellas invectivas sobre todo, como un latiguillo de maldiciones, que empezo a soltarme de pronto de un tono amenazante, como si me las estuviera escupiendo en pleno rostro (fassschaa, ere un j… fassschaa, te vo a matá) hasta que decidi « in extremis » volverme hacia el y darle cara (muy) de cerca….Un lance decisivo tan ajustado y tan peligroso –como los pases maestros de aquel gran torero andaluz-, que nunca se me habra olvidado hasta hoy ya digo, y fue que me vi de pronto como de milagro -y sin violencia- libre (hasta hoy) de aquel fantasma que llevaba ya un rato soliviantandome de lejos y de cerca, del pasado, y de una guerra civil, del 36, que hoy ha rato que acabe viendo como una simple secuela o secuencia de nuestra decadencia española. Mucho mas palpable y mas visible desde luego visto desde fuera

Algo asi « mutatis mutandis » me inspira a mi ahora, es cierto, ese nuevo coletazo (imprevisto) de la ley de la Memoria historica. Fruto inmediato de los atentados del 11 de marzo y de los cambios y sacudidas sismicas que traerian consiguo en el tablero de la politica espanola independientemente de que contasen con el consentimiento mas o menos complice o explicito de sus directos beneficiarios, la ley de la Memoria Historica obtenida gracias a una mayoria (suficiente) de izquierdas, coyuntural –y efimera-, que se esfumo como nieve a la luz del sol tras las ultimas elecciones con el descalabro electoral de la izquierda unida (del partido comunista) y de los catalanistas (separatistas), sigue siendo -eso no creo que consiga quitarmelo nadie de la cabeza- el horizonte immediato en las miras, designios y objetivos mas caros e importantes en la mente de los que nos gobiernan, como el rumbo o norte fijo que les marca invariable el timon, entre nubes y bonazas y a pesar de las apariencias…Y el que esto escribe -humildememente lo reconozco- estuvo mas de una vez tentado de dejar el tema de un lado, de dejarlo descansar como quien dice en espera de que “se durmiera” o que la dichosa ley se muriese por si sola como serpiente que se muerde la cosa, que es el anzuelo que Jose Luis Zapatero se diria que quiere hacernos picar a muchos con sus declaraciones tan suaves y tan melifluas de ahora.

El jefe del gobierno (socialista), en sus declaraciones del domingo, le quita árnica todo lo que puede al tema, pero el juez/socialista -su alter/ego- decide a penas un segundo despues salirle al quite por su propia cuenta…Todo un programa, las primeras medidas que dicta, y las ciudades que selecciona…El juez Garzon es de Jaen ¿por que no pide cuenta tambien de todos los que desparecieron en fosas communes alli tambien ? ¿sera para no herir suspicacias…o de miedo de abrir mas cajas de Pandora ? Porque unas evocaciones traen invevitablemente consigo las otras…Las sacas de Mancha Real, por ejemplo, de Abril del 37, bajo pretexto de bombardeo aereo en la capital de la provincia. De todas formas el mal ya esta hecho, y para comenzar, de puertas afuera : un nuevo episodio –uno mas- en marcha, de guerra de propaganda internacional –sobre la guerra civil española-, como un sino fatal de los años que llevo ya residiendo en Belgica….Y para comenzar, ya estan marcando el paso como esta mandado en la emisora -¿que menos cabria esperar ?- de la radio estatal belga/flamenca..Que es lo que trae el vivir fuera : responsabilidades historicas que no se pueden eludir ni dejar de asumir en modo alguno –en solitario incluso…- so pena de incurrir en delito de alta traicion o como minimo de pecar de dimision vergonzosa. Como lo es simplemente el soportar impavidos, cuando se vive fuera de España, –allende los Pirineos de preferencia- el peso tan pesado y tan abrumador a veces de nuestra historia (y de nuestra decadencia) : como español ciento por ciento residente fuera, y no como un emigrante/español de segunda (o de tercera)…

Pero la iniciativa del juez/estrella habria sido para mi y para otros muchos la señal de alerta o el clarinazo que necesitabamos, sin discusion alguna…¿Comodin del jefe de gobierno actual o bufon de la Zarzuela el juez Garzon ? Tan avido de protagonismo sin duda ahora como lo estuvo en el caso Pinochet que presidio (en sus inicios) mi infortunio en aquellos tiempos ya lejanos cuando estallo el caso en la prensa y mas aun aqui en Belgica, justo en visperas del 2000 cuando me detuvieron de nuevo, el caso es que nos habra servido de oraculo infalible, que era sin duda lo ultimo que el juez Baltasar perseguia (él que se nego terminantemente entonces a instruir una causa por las matanzas de Paracuellos)

De pronto lo habremos visto todo de lo mas claro: el toro esta ahi (otra vez) en medio de la plaza, mas embravecido que nunca, y esa es la tarea que nos espera an nuestra generacion (los jovenes y los que ya no lo somos tanto) Y si nosotros no lo hacemos otros se llevaran los honores y los galones: no hay que esperar pues a que el morlaco se vaya o a que se canse ( o a que se muera de viejo o de lo que sea) sino bajar al ruedo para lidiarlo de una vez, y bien de cerca...

Y el toro no es otro que la memoria (furiosa) de los vencidos de la guerra civil española rezumante de odio guerra/civilista, de sed de revancha y de fanatismo (suicida)

Como un dragon que acerto a disfrazarse de legalidad :de Constitucion republicana entonces; hoy en cambio de Ley de Memoria historica.

Presas sobre todo de una fiebre desenterradora que no se contenta con saber que los suyos yacen enterrados, por poco catolica que fuera la sepultura...

(Y que no fueron presas de buitres y de milanos....Quien pueda entender que entienda)


ADDENDA La revista de prensa interenacional –sobre todo en lengua francesa- viene a aportarme sin falta, y como previsto, ilustracion al caso de lo mas certera. En primera linea, de preveer a ojos cerrados por cierto, los belgas flamencos de la radio television estatal (con tantos lapsus de amnesia y tantas lagunas en « su » memoria…) Pero sobre todo el diario frances « Le Figaro » –de derechas…- con su articulo de ayer miercoles sobre el tema, de su corresponsal(a) en Madrid, foto acompañando en la que se ven las tibias y calaveras amontonadas de una fosa (comun) abierta en la provincia de Burgos el año pasado : que es lo menos –se diria-que el frances medio se podria esperar tratandose de España…Y el articulo recogia tambien las declaraciones del presidente de la asociacion « para la recuperacion de la memoria », en las que traza una comparacion (odiosa) con la Alemania nazi, el regimen en Sudafrica de los tiempos del « apartheid » y la problematica de los desaparecidos en Argentina. Y al que esto escribe se le antoja llegada la hora de ponerse a gritar alto y fuerte el escandalo de unos grupusculos (y de las per-so-na-li-da-des- que los secundan) puestos al servicio de burdas y vulgares maniobras de guerra internacional de proganda –setenta años durante sobre la guerra civil española-, orquestadas invariablemente desde fuera, y sobre todo desde Francia.

(¿Cuanto le pagan entre parentesis a Emilio Silva y a sus amigos y correligionarios por sus intervenciones recuperacionistas que con tanto destaque consiguen publicar y difundir fuera de España ? ¿Cuanto les pagó el diario conservador frances ahora, cuanto les pagaron no hace mucho por la participacion en la Feria del Libro de Brusela ? ¿Hasta cuando va a seguir prestandose la izquierda española a ese triste papel de comparsas de la Leyenda Negra? ¿Hasta cuando va a seguir el juez Garzon buscandose publicidad gratis en el extranjero a costa de la imagen, del prestigio y del buen nombre de la Nacion entera ?)

jueves, agosto 28, 2008

LITERATURA Y GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (6): "La paz empieza nunca", de Emilio Romero (Gallito)

La lectura de « la Paz empieza nunca » (1) se habrá asemejado un poco para mí al cruce del Nilo de los antiguos egipcios, por las trazas de un itinerario de regreso a los orígenes (y a la propia infancia de uno) La célebre novela –hoy más o menos olvidada- de Emilio Romero, antiguo director de Pueblo durante muchos años fue publicada en 1956 y sus episodios discurren durante los años de la república, de la guerra civil y de la guerra mundial tambien, en el frente del Este ; y el último de ellos, con el telon de fondo de la lucha contra el maquis (comunista), tiene un cuadro cronológico más preciso aún, « muy importante » para el protagonista (op. cit. p. 362): el del año de 1949, que recibe festejándolo (el autor) en un ambiente de fiestas generalizado, que era, si hay que creer al autor, el que se respiraba en todo Madrid aquella ya lejana Nochevieja. El año del golpe de gracia al maquis que decidiria el futuro de Espana en las décadas a seguir. Y el año que yo nací.

Emilio Romero, su diario Pueblo, sus « gallitos » de la tercera página del periódico, formarían parte del mobiliario de mi adolescencia, para qué lo tendría que ocultar. Como el de tantísimos españoles de mi generacion, que veian en él, en su diario, una especie de contrapunto a otro tipo de prensa de la mús influyente que representaba sobre todo el diario (monarquico) ABC, el único de aquel entonces que sobreviviria… « Pueblo », periódico de los sindicatos, portavoz y exponente del sindicalismo vertical del Regimen surgido de la Victoria, se vino abajo con la Transición como tantas otras cosas, y en particular, en virtud de uno de los pactos no escritos que se cerraron entonces que decidiria el desmantelamiento de todo el entramado sindical tan laboriosamente edificado durante décadas y con el que quedarían enterrados tanto esfuerzo y abnegacion, tanto sudor, tantas purísimas intenciones y tanto aliento y preocupación social, se diga hoy lo que se diga.

Emilio Romero pasaría a la historia oficial -cribada al tamiz de lo politicamente correcto por supuesto- como un politico superinfluyente del regimen de Franco que supo como nadie trepar (y medrar) aupándose en los sindicatos verticales y aprovechándose (un eufemismo a penas…) del dinero y del salario de los obreros españoles. Su faceta literaria –entre paréntesis- de novelista de genio (y de éxito) quedaria seemi/enterrada y practicamente olvidada por la evocación unilateral de su quehacer periodistico de entonces, prolifico e inagotable cierto, que no viene hoy no obstante más que a ennegrecer o agravar -en la mente de muchos- la imagen (en negro) que habré esbozado más arriba. Un ejemplo entre mil lo ofrece la reseña biográfica que se le reserva en Internet (Wikipedia) en donde se le describe, al final del texto sobre todo, como un peridoista sin escrúpulos (excesivos) –amante del lujo, de buenos mercedes…-que utilizaba su pluma a su estricta y exclusiva conveniencia.

Y confieso que fue la imagen que arrastraría yo mismo (casi) desde entonces. De un « gallito » -« del corral del poder » en la formula que solía utilizar un viejo amigo y camarada de entonces, que lo odiaba y admiraba a la vez yo diria…- que cantaba o guardaba silencio según se lo dictaban de arriba. « Los muertos que vos matáis gozan de buena salud », escribió el autor romántico y hoy echando la vista atrás me da que perdimos tiempo y energias a espuertas -muchos que como yo pensaban y sentían- con molinos de viento inofensivos que al final, cuando se echa la vista atrás, resultarian incluso espantajos o espantapajaros si se quiere, de lo más útiles y saludables para aquel entonces; embistiendo sin piedad como lo hicimos contra lo que nos parecía la fachada corrupta o comprometida del regimen sin darnos cuenta que estábamos tirando piedras contra nuestro propio tejado : un sindicalismo vertical –de impronta innegablemente joseantoniana- más valioso por muchos conceptos que las joyas de la corona britanica, que al derrumbarse dejó un gran vacío hasta hoy (se diga lo que se diga) Y desde luego mil veces preferible a lo que le sustituiría. Y un sentimiento (abrumador) de orfandad irremediable –lo confieso- nos habrá ido embargando poco a poco, a algunos más que otros, en el desierto social -y profesional y laboral- que la vida nos habrá deparado a algunos (entre los que me incluyo) las dos últimas decadas….

La lectura de « la Paz empieza nunca » me habrá enseñado cosas que yo ignoraba de una pasado no tan lejano que yo mismo no alcancé a vivir pero que decidiria como la diosa de la fatalidad antigua el destino de los que nacimos precisamente por aquel entonces. Y me habrá revelado tambien secretos o facetas ingnoradas de su autor/protagnista. Porque Emilio Romero se luce en su relato –como quien remata sin falla una faena taurina- por muchas cosas y aciertos pero tal vez más que ningún otro por una sensibilidad genuina de los problemas sociales, y un conocimiento ( pasmoso) de la realidad nacional o de la vida cotidiana de las clases y estamentos sociales más humildes de la sociedad española de entonces que yo personalmente, cegado y confundido sin duda por el problema de imagen –de difamación y de insidias que me diga- que el director de Pueblo arrastraría (hasta hoy), ni sospechaba en él siquiera. Porque ademas « la Paz empieza nunca « (premio Planeta 1956) es una gran novela, sin lugar a dudas. Y es, para comenzar, –y con ello que conste que no quiero dejarme arrastrar en la vorágine lo más mínimo de una polémica interminable entre críticos y literatos- una auténtica novela….

Novela historica, « La paz empieza nunca »…y a la vez novela/novela….Con personajes e intrigas creíbles, y mal o bien (segun los gustos), acabadas (y construidas) que tienen al lector en un vilo en las cien últimas paginas sobre todo, hasta su última línea. Sus descripciones de ambientes de lo más pintorescas y a la vez de lo más realistas (o verosímiles, como se quiera) del pueblo manchego –el Viso del Marqués- de donde procede el protagonista -en una zona colindante con el paso de Despeñaperros, tan andaluza ya (casi) como manchega-, de las costumbres de sus habitantes (entonces), de su mentalidad, de su forma de hablar, de su manera de ser, no desmerece de los relatos más celebrados y consagrados del mejor costumbrismo de nuestra ltieratura ni de las novelas más celebres tampoco de la corriente realista en las literaturas extranjeras (por ejemplo en lengua francesa) Y lo mismo cabe decir, tal y como se refleja en el relato, de la vida en el Madrid de la II República, en algunos de sus barrios más característicos –el Centro, Chamberi, la calle de San Bernardo- fijos para siempre y como milagrosamente intactos en la retina y en la mente del autor, pero que el viento de la guerra (civil) se llevaría inexorablemente como tantas cosas de aquel Madrid antiguo (y efímero y caduco ….) del que no quedaría al final de la guerra civil mas que un montón de ruinas…

Novela autobiografica a la vez, de su autor, Emilio Romero, por lo potente de las confesiones (literarias) que surcan el relato y tambien por el valor testimoniúl que la narración cobra tan a menudo a lo largo de sus páginas : de la guerra civil, de sus primeros momentos en Madrid, y de lo mismo que de la vida en la retaguardia –del tratamiento que se verían reservado los fachas (y sus famillias) en zona roja- y de escenas del frente de lo mas verídicas, en el Alto del Leon por ejemplo, aquel espectáculo (dantesco) de las águilas y de los milanos cebándose con los cadaveres desparramados entre los peñascos en las alturas…O del cuerpo a cuerpo –entre españoles- que sembraria el Alto de cadaveres (« la plazoleta trágica » la llama) : la guerra civil, algunos de sus trances más decisivos, de sus principales batallas, sirven a Emilio Romero de marco o paisaje incomparable de su relato novelesco, donde dar rienda suelta además de una prosa rica y exhuberante -en la descripcion de paisajes, en el hábil diseño de grandes retablos históricos, de lo más grandiosos-, a un lenguaje coloquial de lo más suelto y de lo más castizo (de su tierra...), y a un nivel tambien de erudicion y sabiduria propiamente prodigiosos y de un conocimiento a la vez de nuestra historia más o menos reciente con pocos parangones en las letras de su tiempo, ni siquiera entre los autores más en voga de las ultimas décadas.

La descripcion del célebre bar « Cantabrico » de Valladolid, un lugar de lo más emblematico y más caro a una iconografia de signo falangista –teatro frecuente « nota bene » de los episodios de las novelas guerracivilistas de Francisco Umbral- y de la escena que el autor/protagonista pretende haber visto, de testimonio visual, directo e inmediato, no tienen desperdicio desde luego….Y es que la imagen que Emilio Romero acierta a plasmar de tan célebre local, de campamento o tienda volante y de hospital de los milagros a la vez, me da que tiene tributarios de lo más directos en la literatura sobre la guerra civil en lengua española…y no doy (más) nombres : como en la escena aquella del capitán legionario y su ayudante que se pudren esperando a que los atiendan mientras que el perrito de la vieja señora que se acaba sentando al lado tiene más suerte que ellos, ante lo cual el asistente saca raudo el machete, y ante el desmayo de su dueña deguella al caniche sobre la marcha al tiempo que le pide a voces al camarero que se lo sirva de prisa y corriendo a su capitán « a la parrilla »,…sin que el publico circundante de muestras de darle más importancia a la cosa. A la rueda rueda (en la guerra como en la guerra)

Pero lo más logrado y de mayor impacto a la vez del relato lo es sin duda su última parte –unas cien páginas- con el telon de fondo de la lucha contra el maquis : botón de muestra de una narrativa extraordinaria calidad y la vez fuente histórica y documental del más alto valor, irrreversiblemente anclada (y plantada) en la memoria colectiva. « Pasada nuestra guerra el toro estaba en la plaza y había que lidiarlo » escribe Emilio Romero (op.cit. p. 362)….Y se diria que para bien ilustrar y probar lo que el veterano escritor y periodista queria decir con una frase tan criptica y enigmatica, no deja de explicar y en desarrollar a lo largo de esas páginas la vision que era la suya propia, de una forma panorámica y hasta en los más nimios detalles incluso, de la situacián tan patetica y de indefension casi total que el desenlace de la segunda guerra mundial habia deparado al Regimen surgido de la Victoria (del 39) Lo que deberia acabar contribuyendo decisivamente –más allá de prejuicios y de fobias ideológica de lo más tenaces- al avance de los estudios de psicología colectiva y de historia de las mentalidades de aquel periodo de nuestra historia española que fue el de la (immediata) posguerra europea.

Con el suelo patrio a un tris de la invasion extrajera –la VI Flota americana se desplegaba ya en aguas del puerto de Valencia...- y los vencidos de la vispera afilando ya hoces y cuchillos por doquier –figuradamente al menos- Emilio Romero da muestras de sagacidad y de vision histórica insuperables cuando define a la lucha contra el maquis como un coletazo (el último) de la guerra civil espanola (op. cit. p. 399 )…¿Veridico, autobiografico o folletin novelesco a penas todo lo que cuenta, de tan truculento, tan cruento y a la vez de tanto suspense sobre el tema ? No seré yo quien deja aquí sentada una cuestion tan melindrosa…Porque es cierto que el pasado (remoto) de Emilio Romero, su trayectoria e itinerario en relacion con la guerra civil, fueron en su momento pasto de rumores (y tambien sin duda de calumnias) y en cualquier caso de alguna que otra acusación –en forma de cartas abiertas en la prensa- que a mi me constan…La figura (o « topoi ») del agente doble –o del espia o agente secreto- tiene por otro lado credenciales sin tacha en unaa narrativa del tipo historico contemporánea. Sobre las dos guerras mundiales y en lengua francesa, por ejemplo.

Como quiera que sea, el relato, en el tramo final de la novela, sobre la infiltracion y el desmantelamiento final de todo el maquis asturiano (en 1949…) en una audaz emboscada -coordinada con la Guardia Civil- bajo el disfraz de entrega de armamento a los guerrilleros, que caen al final todos en el cepo, no desmerece en modo alguno de lo mejor y más reciente de la literatura extranjera en la materia y se diria que preanuncia con cuarenta o cincuenta años de adelanto la inflación –de interés, de influencia, y de cotizacion artistica y profesional tambien- que conoce ese universo (hermetico) de los servicios secretos empeñados en misiones especiales –como la muy reciente liberacion de Ingrid Betancourt- en el mundo de nuestros dias. Y como quiera que sea del valor autobiografico o simplemente de novela/ficcion del relato de Emilio Romero, sí habra tenido el acierto de resaltar y poner de relieve el valor sin igual de destinos individuales, muchas veces aislados y actuando por su cuenta y riesgo, que se decidieron en un momento dado –en aquellos años tan plagados de amenazas y tan inciertos- a ponerle el cascabel al gato muchas veces, o por emplear el símil taurino que Emilio Romero utiliza en su novela, a coger el toro por los cuernos de una guerra civil en ascuas, como lo serian aquellos años de la posguerra (a seguir al 45), de maquis (comunista) Y entre aquellos -a gran señor, gran   honor- se encontró mi difunto padre.

Emilio Romero, el protagonista de su novela que me diga, no deja de mostrarse y de definirse a lo largo de las paginas, en unos diálogos y en unos análisis y discursos o borradores de discurso teñidos de ideología, como un falangista auténtico fiel a la memoria de Jose Antonio y si se quita la ganga (no demasiada) o el polvo de coyuntura de ciertas formulaciones, jucios y comentarios que en ellos se vierten hoy ya superados y desfasados –no demasiados ya digo-, el lenguaje que se recoge en la novela es perfectamente defendible « hic et nunc », en el momento preciso de la historia europea (y española) en que nos encontramos. Emilio Romero perseguía y buscaba para España desde luego –es lo que a mí al leerle se me antoja- una salida al régimen, una Transicion (con mayusculas) en definitiva : una de las muchas que eran entonces perfectamente plausibles pero que diferian (sensiblemente) de la única que el rey Borbón al final quiso posible….

Una hipótesis que no hace mas que confirmarse si se leen sus celebres "Cartas a un principe" (de 1963) dirigidas al actual monarca y que explica con creces el ostracismo –y la mala imagen- que rodean, desde los tiempos de la transicion precisamente, su memoria en el recuerdo de una mayoria de españoles. Lo que avala con creces además la sinceridad y la credibillidad de las protestas de fidelidad ideológica que acompañaban unas propuestas de cambio politico que fueron panacea de toda una generacion de politicos –la suya propia- y que se verian arrumbadas al cuarto de los trastos viejos, al reino de las tinieblas exteriores, poblao desde la llegada de la democracia (borbónica), de los « ex- » (en politica), de los impresentables, "verbi gratia" de unos muertos/politicamente/hablando, con (muchos) menos derechos politicos hoy por hoy, por lo que se ve, de los que se ven reconocidos en la actual constitucion y de los que gozan hoy por hoy y por regla general una mayoria de españoles….

« La Paz empieza nunca » -para concluir- es además botán de muestra inmejorable de una especie de « textos abandonados » -más o menos perdidos, olvidados o enterrados-, legado (precioso) de la Falange literaria en la que algunos –y sigo sin dar (más) nombres- habrán entrado a saco en provecho propio las ultimas décadas….Un fenomeno de « fagocitaje literario » (José Carlos Mainer) que ya tengo aquí en este blog denunciado y que no tiene parangón hoy por hoy en la literatura comparada (en otras lenguas) Celine, Drieu la Rochelle, Brasillach incluso, Rebatet...por no dar ejemplos más que de literatura del siglo XX en lengua francesa, se ven hoy por hoy entronizados y perfectamente rehabilitados en el panorama de las letras en el país vecino : como lo ilustra el reciente ingreso en la Academia Francesa –y los discursos que le acompañaron- del escritor Dominique Fernandez, de ascendencia hispánica (mejicana), hijo de padre ilustre y a la vez « maldito » (en el recuerdo), a saber, Ramón Fernandez, escritor y crítico literario y cinematografico en la prensa francesa de los años treinta, reo de delito de colaboracion en el 45, y amigo (leal) hasta su muerte -en Paris, al final de la Segunda Guerra Mundial- de la España de Franco.

Emilio Romero (« Gallito ») : convidado de piedra de la almoneda clamorosa y escarnizante con que se saldó el barrenado del sindicalismo vertical tras la llegada (y consolidacion) de la monarquia borbónica, con su sequela inseparable de la tiranía sindical –de unas mafias corruptas, de izquierdas- que el pueblo español y en particular sus clases trabajadoras soportan indefensos desde entonces.

Nobleza obliga el confesar algunos que nos equivocamos...fracasamos que me diga entonces (de buena fe sin duda) buscando una alternativa (cualquiera) al sindicalismo oficial, lo que nunca se quiso posible a seguir a la muerte de Franco : ninguna otra más, en cualquier caso, que la que ofrecia el sindicalismo beligerante de la guerra civil, de la UGT y de las comisiones/obreras.

Emilio Romero (Gallito), escritor de genio, periodista y maestro de periodistas: IN MEMORIAM

(Y en desagravio tambien: ¡qué mal te conocimos, Don Emilio!)


(1): "La paz empieza nunca" de Emilio Romero. Premio Planeta 1956, 11a edicion, Planeta, 1965

martes, agosto 26, 2008

NI CERRILES...NI PRIMOS TAMPOCO (sobre el grupo "Libertad Digital" y sus pro/hombres)

Horacio Vazquez-Rial del que lei algo –bastante razonable- hace ya tiempo sobre tema argentino escribia antes de ayer en « Libertad digital » un analisis sucinto y somero sobre la crisis en el Caucaso que no tiene desperdicio, no por lo que dice sino mas bien por lo que se trasluce : en otras palabras, porque se le ve el plumero…Su estimacion substancialmennte positiva de la (ex) Union Sovietica de Vladimir Putin y sobre todo la sempiterna cantinela –de rigor se diria en los medios que son los suyos, en la publicacion en la que escribe- en contra del « espiritu de Munich » revela, ademas de la atonia de la diplomacia espanola, llegado el caso por lo menos –sea quien este en el gobierno, en la palestra de la poltica internacional en suelo europeo sobre todo, de una crisis grave como la del Caucaso-, de dónde cojean ademas hoy como ayer los analisis geo/estrategicos de un grupo generacional, que asi se les podria denominar: de todos los que se congregan en torno a la revista que dirige Federico Jimennez Losantos. O de qué lado, aun sin querer casi, se les van las preferencias…

« Quien se fue a Sevilla perdio su silla » dice el refran, y es lo que me acabara soltando quizas de immediato mas de uno tras la lectura de este articulo. Y no les quito de entrada razon, pero si ello es asi, si la politica e incluso la vida y el destino de individuos/cualesquiera no es mas que un juego de quita y pon en España como en cualquier otro sitio, equivaldria a decir que hay pocos motivos (por no decir ninguno) de considerarse ligado por lazos de sangre o de solidaridad cultural siquiera a la Patria de uno mismo cuando se reside fuera de ella. Y quiere decir pues que deberia cesar de una vez por todas el grandioso equivoco que se mantiene sobre el tema imigracion (o emigracion) en Espana desde siempre y no solo tras las ultimas avalanchas ni solo en las ultimas decadas. Si el emigrante es un ciudadano de segunda, como perteneciente a una minoria etnica tanto si se le mira desde aqui como desde alli -« in casu » desde España como desde Belgica-, tendria que servirnos a todos de leccion y empezar (todos) por reconocer que España –pais de emigrantes desde hace mas de un siglo y de immigrantes ahora tambien, en las ultimas decadas- arrastra una lacra (escondida) y un baldon no menos oprobioso de antaño a añadir a muchos otros que desdicen del honor de una nacion y redundan gravemente en su imagen en el exterior (cuando se la contempla desde fuera, con ojos de emigrante, o si se prefiere de « auto/exilado »)

Y viene a cuento de ese sentimiento inalienable que experimente siempre desde que el grupo/generacional al que me refiero empezo a jugar y a pisar fuerte en el periodismo y en la politica española –o desde que a mi se me empezo a ha cer palapable el tema por lo menos, por vuelta del dos mil y del inicio del milenio- que el espacio (politico) de los unos lo estaban ocupando otros, por las razones que fueran…Un poco como aquello que decia Umbral de Jacinto Benavente bien instalado y repanchigado en las poltronas y oficinas del mundo del escenario, del Madrid de su epoca, que cuando recibia –con toda la miel y el almibar en los labios posibles e imaginables- a un Ramon del Valle Inclan arrojado mas o menos a las tinieblas exteriores de la bohemia era bien consciente que estaba ocupando el sitio que al otro (de pleno derecho) le pertenecia…Comparaciones odiosas y ni yo estoy me estoy comparando (¡vade retro !) a Valle Inclan ni tampoco pretendo dirimir un litigio teatral que me da que quedó en su tiempo sin dirimir y lo sigue y lo seguira estando siempre como tantos y tantos otros en el terreno historico o de la Historia de la literatura.

Pero sí es cierto que si se repasa el historial o « pedigree » de las principales figuras o exponentes de ese grupo generacional –de una generacion que en resumidas cuentas no es otra que la mia…- se cae cedo en la cuenta que se trata de una generacion de conversos, y lo digo sin retranca o sin sobreentendido ninguno, en el sentido mas visible e immediato del termino. O si se prefiere, de una familia politica compuesta de personalidades fuertes, de individualidades brillantes que dejaron de ser (hace ya…) donceles, quiero decir que les cuadra tan poco la imagen del joven caballero virgen en politica, enfrascado en la meditacion antes de librar sus primeras justas –tal y como se veria immortalizado en la celebre estatua de la catedral de Siguenza, que le merecio una reflexion profunda a Jose Antonio- como tampoco « mutatis mutandis », a los componentes del « otro » grupo generacional , el de « Juanli » (como le llaman los suyos) y del grupo Prysa, de la misma generacion que los otros, o digamos como si fueran sus hermanos mayores, les cuadra de modo ninguno la de flores/de/democracia o de democratas de toda la vida….

Ocurre no obstante que los unos se ven en la España de hoy asignada la tarea de dirigir la sala de baile de la politica nacional en la democracia coronada que se nos inflige a los españoles desde la transicion politica y los otros de animarla por la via (democratica) del juego de contrarios, en el papel de los fachas y de los hijos y nietos de los fachas (que es por lo que se ve el unico que le habra quedado en suerte), y en el unico espacio politico que se permite en España desde los tiempos de la Transicion : de la unica transicion que el rey borbon quiso posible en definitiva…Y mientras, el mundo de las tinieblas, de los don/nadie se habra ido poblando todas estas decadas de una legion de fantasmas, de espectros, de rostros olvidados a fuer de vistos y conocidos « de antes », de « ex(s) » de la politica y del periodismo –del panorama lliterario y de la poesia incluso, y mismo del mundo del mundo del teatro, del espectaculo, muchos de ellos ; y tanmbien « pari passu » de un numero incalculabe de destinos politicamente deshauciados, de expedientes individuales mas o menos « marcados » (socialmente) se den o no se den de ello cabal cuenta los propios interesados….A imagen y semejanza de lo que habra ocurrido con los grandes nombres de la Falange literaria y de sus obras y escritos –olvidados, « abandonados » e incluso perdidos y desparecidos…- que habran ido a engrosar invariablemente, todas estas ultimas decadas, los abismos infernales del desprecio y del olvido. Y para ilustrar un poco mas y mejor que lo que hasta aqui llevo dicho que me sea permitido un (rapido) pase de revista. Y empiezo por el mas controvertido y de pasado mas borrascoso de todos ellos. Pio Moa.

Pio Moa es…tengo entendido que es, de lo que de él habre leido, de mi edad o de mi quinta mas o menos. En su libro autobiografico sobre « la izquierda violenta » (1968-1978) -« furiosa » la deberia haber bautizado en mi opinion tambien- evoca un compañero de sus estancia carcelarias de aquellos años, Paco Tovar, canario, que fue tambien compañero mio de curso –en uno de los otros dos grupos…- de la facultad de Economicas de Somosaguas y antes de « Gaerias Castañeda » en la Universitaria : emotivo, exhuberante y desbordante en su acento como en sus ademanes y en todo su persona, dramatico hasta el patetismo, elocuente, persuasivo y hasta commovedor…y directamente insoportable tambien, en la imagen –vaga y lejanisima- que de él conservo, que llevaba pegado como tantos otros la etiqueta de miembro del PC, mas o menos indeleble como si le imprimiese caracter –, como Pio Moa entonces me figuro tambien, de vistas a fuera por lo menos, que tampoco se podian pedir peras al olmo : me explico el ser capaz de descifrar y guiarse infaliblemente en la selva u hojarasca (o basurero) de siglas y grupusculos que pululaban entonces en la Universitaria madrileña, desde la izquierda a la izquierda extrema (y violenta, y furiosa) …. « Errare humanum est » no digo que no (dios me libre) y yo habre sido uno mas y de los primeros tal vez en celebrar y defender a capa y espada los escritos historicos tan polemicos de Pio Moa, que tanta fama –y no solo, me figuro- le habran granjeado esta ultima decada. Pero un cosa es eso y muy otra es la de seguir soportando impavidamente la desagradable sensacion de estar haciendo el primo (hace ya tanto tiempo)….

Pio Moa tuvo problemas serios con la justicia española, justicia todo lo pre/transicional o de excepcion que se pretenda pero no menos justicia y no menos inapelable en sus fallos (y apelaciones) –de « cosa juzgada »- para todos aquellos por lo menos que quieren hacer politica dentro de las reglas del juego que hoy por hoy en España rigen, ya residan (legalmente por cierto) dentro o fuera de ella. Y el rumor corre que sus fulgurante carrera de historiador y de politico y periodista tambien, y « pari passu » su ascension estelar en el mundo editorial convenientemente jaleada en los medios, no habrian sido mas que el fruto de una especie de pacto o compromiso/historico, generacional…y por la via ju-di-cial precisamente consumada, con los representantes de otra generacion mas vieja, de los que hicieron (y ganaron) la guerra, que le habria permitido a él precisamente de preferencia a muchos otros, el reexhumar o desenterrar –en beneficio propio en parte, con genio y oportunidad y sentido comercial y valor personal tambien no digo que no- los grandes nombres de la historiografia militar sobre la guerra civil de los años del Regimen –Salas Larrazabal, Martinez Bande- tan olvidados como lo estaban, y de una imagen tan impresentable y desahuciada, al igual que los grandes nombres de la Falange literaria…en vias de rehabilitacion algunos de ellos desde mediados de los noventa, es cierto, pero como a camara lenta solo, poco a poco (que España y yo somos asi señora…)

El que esto escribe, procesado en su dia en el extranjero por hechos infinitamemente menos graves (judicialmente hablando) que los que cometio Pio Moa,–por detras de la hojarasca amontonada a mi cuenta y a mi nombre en los medios, y de su estruendo, y por encima del valor simbolico que me diga de la atmosfera de escandalo/religioso (antipapal y blasfemo….) que me sigue rodeando, y en la imagen que habra sido la mia propia desde entonces-, no tuve como digo nunca hasta hoy problema alguno con la justicia española. El sentimiento de verme privado –yo y conmigo muchos que piensan o sienten como yo- de espacio politico alguno en la España de la transicion y de la Democracia (y de la monarquia borbonica) no sigue siendo menos flagrante lacerante incluso (y doloroso). Y viene a cuento sobre todo del comentario de su compañero de armas peridisticas Horacio Vazquez-Rial sobre la crisis del Caucaso en el que se deja sentir un tufo de lo mas fuerte a nostalgia o añoranza de la era sovietica –en politica internacional y no solo- como una secuela o reliquia del fanatismo idelogico que fue panacea de toda una generacion, la suya y la mia…y de la que me exclui (en parte) yo mismo…Como si uno de los fantasmas mas soliviantadores de la guerra civil española, a saber, de un Negrin presidente de la republica hasta el fin amén de titere y sicario de Stalin, revolotease sin parar entre lineas de lo que escriben todos y cada uno de ellos y en particular de los escritos tan brillantes y tan incisivos del polemico historiador « revisionista » , del capitulo, un tanto enigmatico, por ejemplo …sobre « el enigma de Negrin », de su libro « los Mitos de la guerra civil » que me habre visto ayer noche desempolvando (a toda prisa)

Federico Jimenez Losantos. Otro gran nombre de la generacion (neo) liberal que aqui se ve emplazado (lo siento)… « Fedeguico » –como algunos le dicen, que me cae de entrada de lo mas simpatico que conste, unos dos o tres años mas joven que yo sólo- fue del PC (tambien), de su faccion prochina tambien, creo, y su entusiasmo ideologico le llevo nada menos que hasta la China de Mao segun cuentan sus biografos. Hasta qué punto trato y confraternizo al cabecilla indiscutible de esa corriente en la Espana de entonces –años setenta- y me refiero naturalmente a Lister responsable « nota bene » de matanzas en masa durante la guerra civil (en su fase final, en Cataluña) –no menos que Santiago Carrillo- es algo que no consta, por lo menos no esta nada claro en su « curriculum » Que por su cuenta y riesgo se haya empeñado en la rehabilitacion del viejo liberalismo decimononico funesto y nefasto por tantos conceptos que muchos de mi generacion -y él tambien apuesto- crecimos aprendiendo a denostar y a despreciar en lo mas hondo, es algo que requeriria tal vez ademas de un estudio de naturaleza ideologica un analisis tambien en el plano psicologico de psicologia profunda o del psicoanalisis, no poco oportuno si se sabe de él ademas que fue un destacado defensor y divulgador de las teorias de Freud en sus años mas jovenes. Que lo hiciera como forma de posicionarse en la unica tradicion patriotica y solidario con nuestro pasado y con nuestra historia española compatible con posiciones de izquierda hoy -tal y como lo intento la propaganda del PC durante la guerra civil…- y con los criterios « standard » de lo politicamente corrrecto en vigor en el mundo de hoy, o mas bien de conciliar tradiciones familiares enfrentadas o contrapuestas como tantos y tantos españoles arrastrarian hasta hoy, es algo que queda hasta ahora en el secreto de los dioses. Pero que no debe ser en modo alguno tabú. Por mucho que la violencia terrorista se mellara en su cuerpo. Lo que le honra.

Cesar Vidal. El ultimo del trio que viene aqui a cuento recordar y del que me permito rascar (un poco) su biografia conocida. Lo he dejado hasta el final a posta, porque su caso ofrece perfiles digamos un poco mas melindrosos o como si pidiesen a voces un "juicio critico" como los que les montaban de un abrir y cerrar de ojos los de su generacion (la mia) a los profesores y catedraticos de entonces tildados de franquistas….Y es sobre todo su biografia (no autorizada) de Jose Antonio, que tambien habre desempolvado de urgencia, lo que no deja de escocer en el recuerdo (cercano) y de levantar ampollas. Y es que Cesar Vidal se hizo reo con su libro de un delito de difamacion, de calumnia, de desmoralizacion colectiva y de ultraje a la memoria que algunos hasta hoy –vaya la verdad por delante- todavia no le perdonamos. Como él tampoco parecia perdonar en ese y en otros de sus titulos mas precoces los protagonistas de acontecimientos de la guerra civil y de la (2a) guerra mundial que ni él ni siquiera los suyos habian vivido…

Sus reditos le habran proporcionado ademas, que yo fui testigo –aqui en Bruselas- de los estragos (de ventas) que hizo su biografia no autorizada en traduccion francesa. ¿Que despues escribiria todo lo contrario? No basta….Presentar a Jose Antonio bajo los trazos infamantes que se podian leer en la biografia mencionada, y como el responsable numero/uno de la guerra civil (sic), es algo que clama al cielo, en alguien sobre todo que habra logrado de forma tan habil y tan cumplida, a seguir, a fagocitar en propio beneficio en parte tambien el legado ideologico (e intelectual) de su victima, el suyo y de los suyos tambien. ¿Que exagero ? Ahi esta su libro « Checas de Madrid » ejemplo de plagio flagrante –de la obra (exactamente) hononima, mucho mas antigua, de Tomas Borras-, con pocos precedentes la verdad sea dicha…¿Estamos aqui o en Flandes ? ¿La vida es asi (en España me refiero hoy dia)?… La prueba por el nueve en cualquier caso de que hoy por hoy en España se permite y de lo que antes en mi articulo decia: que en la España de hoy sigue habiendo escritores olvidados y « malditos » -integrantes « grosso modo » todos ellos de la pleyade de nombres de la Falange literaria- como si sus escritos hubiesen desaparecido (lo que en lengua academico –y pedante- se conoce como textos « abandonados »….)

Pero algo ahi mas que no querria dejar pasar por alto en este articulo. Y lo es la faceta teologica de Cesar Vidal, el capitulo o los capitulos « evangelicos » -« verbi gratia » protestantes…- de su biografia, en los States, en donde se doctoro o se diplomo en teologia y en donde llego a ser predicator (con exito) : nada que objetar desde luego, « peccata minuta » si se prefiere….si no es el pequeno detalle que en su caso parecerian haberle servido mas bien de credenciales para trepar y medrar en el seno de la iglesia/madre en donde hoy por hoy sienta magisterio (ordinario) con todos los beneplacitos y parabienes (eclesiasticos)

El que esto escribe –dicho sea en mi honor tambien- se insurgio publicamente contra el concilio y contra los papas que lo encarnaban y lo promovian. Nunca me hice reo no obstante de querer cambiar de iglesia o de religion –y tengo pruebas no pocas-, y no fui menos bautizado y educado en el catolicismo (y lo podria probar no menos graficamente que Federico Jimenez Losantos…)

No es obice que nunca deje de sentirme –desde que sali de Portugal-, ademas de proscrito y de paria/internacional, como un excomulgado…

sábado, agosto 23, 2008

LITERATURA Y GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (5): "Plaza del Castillo", de Rafael Garcia Serrano

« Plaza del Castillo » de Rafael Garcia Serrano (*) es uno de esos titulos que revolotearon alguna vez en nuestros oidos de antiguo sin que nunca nos decidieramos a hincarle el diente (del todo) Y tengo que reconocer que su (re) edicion cuidada del 2001, como si de golpe lo desempolvase tras tantisismos años en el cuarto de los trastos viejos, me habra ayudado no poco a hacerlo, lo reconozco. Rafael Garcia Serrano fue un gran escritor (hoy casi olvidado) Uno de los grandes nombres de entre aquellos « prosistas de la Falange » que Umbral elogiaba tan a menudo en su libros y en sus columnas como si quisiera confesar(se) –solo a medias como siempre…- de lo mucho que les debia….

La guerra civil espanola inspira y empapa la obra toda de Rafael Garcia Serrano, de sus libros y no digamos de su produccion periodistica. Amó con pasion, abiertamente y sin complejos la guerra civil del 36 (y la Victoria), se dejo mecer literariamente toda su vida de sus recuerdos de entonces y se diria que se fue al otro mundo con las botas puestas en ese punto, sin que se dejase nunca asaltar –como muchos otros- del menor complejo de culpa, y sin que el paso de los años empanase en lo mas minmo el golpe de vista retrospectivo y tan proverbial y caracteristico que era el suyo de aconctecimientos que vivio de lleno y de primera mano, de su espiritu de observacion agudo y penetrante, surcado de finas intuiciones y de apuntes sagaces (y suaves) chorreantes de critica e ironia por veces de lo mas mordaces.

Aunque por eso solo fuera se merecerian Rafael Garcia Serrano y su novelas mas celebres la reexhumacion, el desentierro o la recuperacion o el rescate (como se quiera) Pero tras la lectura de « Plaza del Castillo » mi impresion primera se habra visto considerablemente modificada y reenforzada al mismo tiempo. ¡Porque es que me habre llevado una gran sorpresa !: me esperaba un relato de hazanas/belicas -o pre/belicas- oliendo a polvora y a sangre tambien y me habre visto al final con una version de los episodios nacionales en las manos -sensiblemente diferente a la de Galdos- de lo mas novelesca, campestre, y festiva entre todos ellos. Lo que da idea, de paso, no diria yo de la amplitud del desastre –que lo fue tambien en ciertos sitios- sino de la magnitud de la tragedia (colectiva)….

Que si hay algun capitulo de la guerra civil española, de los inicios del Alzamiento que refrende y confirme de forma pulcra y cabal la tesis que circula hoy por hoy en en el panorama internacional de la historiografia actual segun la cual la guerra civil española fue doblemente tragica por lo que tuvo de acontecimiento aleatorio, imprevisible (en parte) y fortuito, o si se prefiere de « accidente historico » (que muy buen pudo no haber sucedido) lo es mas que ningun otro como digo, el de las jornadas del 18 y del 19 dce Julio (sobre todo) en Pamplona y de los acontecimientos decisivos que se vivieron entonces en la capital navarra y muy en particular escenas e instantaneas tal como las que se ven immortalizadas en el relato de Garcia Serrano, en las paginas mas cruciales desde un punto de vista historico de su novela, que tuvieron el centro neuralgico de la ciudad por escenario. Plaza del Castillo, (julio del 36) : simbolo y arquetipo entonces de Navarra y de España entera, o mas bien de una imagen de ella misma….

Porque lo que Rafael Garcia Serrano hace en su relato es contarnos simplemente unos sanfermines como tantos otros, que duraron lo que duran siempre como lo señalaban los carteles –« Fiestas de san Fermin del 6 al 18 de julio del 36 »- pegados por todas partes la vispera : el clima, la tonica el ambiente de una ciudad en fiestas que vivia al acecho de lo que se anunciaba, es cierto, y a la vez a espaldas de ello, sin dejar de divertirse. Entre ratos de sol, tormentas y aguaceros veraniegos….Todos de fiesta, niños y grandes, hombres y mujeres, los de derechas como los de izquierdas : una fatalidad, la guerra civil española que tantos augurios y augeros anunciaban, hasta los mas minusculos como se cuenta en la novela mas alla de la rutina de la vida de todos los dias, y a pesar de la fiesta…

Las inclemencias atmosfericas de aquellos inicios de verano norteno, la balsa aquella en las afueras de Pamplona, siempre seca y de pronto llena, lo que solo ocurria -de tiempo immemorial- en visperas de tragedia…o la apuesta (fuerte) de aquel joven falangista en lo que él creia, aquello de lo que estaba intimamente convencido -como lo son todas las grandes apuestas- a base de tres numeros (diez y siete, diez y ocho, diez y nueve) en el juego (norteño) de la porra : nimios detalles, atisbos o vestigios de la diosa/fatallidad que iba a sellar enseguida el destino colectivo y el de todos y cada uno –de los protagonistas. Hasta en los avatares mas triviales de simple rutina como el decidir la fecha del viaje previsto, entre hoy, mañana o pasado o incluso en las paradas durante el trayecto, segun que el tren parase o no parase por ejemplo en la estacion de Vitoria…

Todo ello acierta a plasmar genialmente Rafael Garcia Serrano en su novela, y a transmitirnos, con ello, la imagen –inmarcesible en el recuerdo- de una Espana de provincias en paz -y a poco tambien « en pie »- palpitante de vida en visperas de la guerra, y sin ese marca o estigma de « moribundia » (Gomez de la Serna), de colapso social, rural o ciudadano que se habia contagiado a grandes sectores de la geografia de la Espana (del Sur) y de Madrid y Bracelona tambien, exponentes en solitario de un urbanismo incipiente y que a penas emergian entonces del universo rural hermetico e impenetrable y en circulos convexos en gran medida que era (en su conjunto) la España de antes de la guerra.

En la Plaza del Castillo, en los sanfermines de julio del 36, los pamplonicas, –y entre ellos Rafael Garcia Serrano adolescente- bebieron, comistrajearon, cantaron, jugaron a la porra o a la pelota (de fronton), se divirtieron y se emborracharon…en visperas mismos de la guerra…Y hacian pero que muy bien, no digo yo otra cosa. Mientras no obstante, en Asturias en el campo andaluz (y extremeño) y en los centros urbanos de anochecida, en las grandes urbes sobre todo, hacia tiempo –desde el 34 por lo menos ( o incluso antes desde lo de casa Viejas…y antes aun, desde lo de Arnedo y Castilblanco)- se habia instalado una atmosfera de luto –y de enfrentamiento- el viento de la tragedia se habia puesto ya a soplar furioso y pocos estaban para fiestas, y una mayoria de españoles se veian resignados a vivir (practicamente) bajo el toque de queda…

Y es que si hay algo que desentona o llama la atencion con la imagen que la memoria colectiva –la de los mios me refiero- habra acertado a legarme a mi y como a mi a tantos españoles de la vida en los pueblos españoles de los tiempos, semanas, meses, incluso años que precedieron al estalllido del 36, substancialmente la misma y a la vez sensiblemente distinta de otros recuerdos -de los inicios y prolegomenos de la guerra civil en las ciudades y regiones donde el Alzamiento triunfo desde el primer momento-, lo es como digo esa atmosfera sorprendente, festiva, alegre, despreocupada y rebosante de salud –y de paz social mas o menos intacta aun- que trasluce en esta novela de la guerra civil (que no guerrra/civilista), de un autor navarro, pamplonica (y falangista)…

Porque si hay algo que llevamos muchos en llaga viva y en lo mas hondo desde hace mucho por no decir (casi) de siempre, lo es esa imagen maltrecha de una Espana diferente y no menos española que habra conseguido oscurecer y poner en entredicho el conflicto vasco desde su eclosion a finales de los sesenta ; a imagen y semejanza de esa impronta tan genuina de franqueza brutal y a la vez fresca y lozana que asi sono siempre en oidos madrileños (como algo innato…) el habla de las gentes del Norte de España, lo que tan genialmente recoge Rafael Garcia Serrano –que era uno de ellos- en su relato. Maltrecha y herida si se quiere pero bienenhiesta…Como los estandartes medievales en rojo –y « pari passu » el recuerdo de ellos aun en mi retina, - de la TPP (brasileña)...-antes de que se decidieran a plegarlos y a doblarlos...- en aquella javierada ya tan lejana que me pillo allli (en Javier si, delante justo de las puertas del Castillo), con ellos en campaña (por primera vez y ultima en mi vida) en el ojo del ciclon como quien dice, acosados y acorralados por un gentio « in crescendo » amenazantes e imprecantes ..que a mas no se atrevieron; de jovenes de la region que nos tildaban de invasores (y de castellanos, y de extranjeros….)

Tragedia española y tambien navarra (o vasco/navarrra) en el verano del 36 : de todos aquellos jovenes entusiastas alistados desde los primeros momentos con sus padres y hasta con sus abuelos, que irian a caer como moscas delante de los fuertes de Irun como lo recoge el propio Rafael Garcia Serrano en otra de sus novelas de la guerra civil –« La ventana daba al rio »- o en la Sierrra madrileña, desde los primeros momentos. Y lo corrobora un testimonio fuera/de/sospecha , de Jon Juaristi en sus testimonios familiares de la otra/memoria, que me diga de la otra España (beligerante), en uno de sus libros donde evocaba todos esos viejos caserones de la region espectralmente vacios y guardando luto desde entonces…

La novela de Rafael Garcia Serrano ofrece unos perfiles ideologicos que son el reflejo de las ideas y convicciones –falangistas, joseantonianas- de su autor y unos acentos retoricos hijos de la epoca en la que fue escrita (1952) como no deja de señalar el autor del prologo de la reciente reedicion. Mucha agua habra caido desde entonces y todos nos hicimos muchos mas serios en « las cosas del espiritu »: quiero decir con ello que de la novela de Rafael Garcia Serrano cabe tomarse todo en serio hasta la retorica de otra/epoca que surca por veces sus paginas como entre lineas. Y en particular ese barniz clerical –y propiamente navarro a la vez- que se trasluce de la lectura y que no es mas que el reflejo fiel de lo que se respiraba enn la sociedad espanola de entonces, y en ciertas regiones mas que en otras. Pero no le impide al autor/protagonista –un Rafael Garcia Serrano adolescente- el profundizar y el bucear en sus reflexiones intimas de una forma de lo mas libre y desenvuelta que da a su novela una nota de modernidad –y hoy por hoy de actualidad- infrecuente por no decir insolita para la epoca en que fue escrita.

Rafael Garcia Serrano, algo que de el principio al final del relato salta a la vista, no condena a su projimo, ni siquiera, como cabia de esperar, a uno de los protagonistas, Javier el comunista. Describe a sus personajes, los retrata, lo analiza interiormente y trata siempre de una forma u otra de comprenderlos, de justificarlos, o de exonerarlos. « El que este libre de pecado que tire la primera piedra : lo que se lee continuamente entre lineas, a cada pagina de la novela; en el retrato de todos o casi todos los personajes, hasta en el mas impresentable de todos ellos, por sus trazos de cobardia mas que arquetipicos, que cae al final bajo las balas de una patrulla que le habia dado el alto, en la inseguridad y nerviosismo de aquellos pimeros momentos, como si la Muerte (con mascuulas) , viniera a redimirle a él tambien de su propio miedo… dulce y despacio, como si se disfrazase de anestesia…

Un canto sobre todo, « Plaza del Castillo » al heroismo colectivo de aquellas jornadas grandiosas, que decidieron tan poderosamente la suerte del Alzamiento y de nuestra historia española. « De pronto –escribe Robert Brasillach en su Historia de la guerra de España -en medio de la noche (se refiere sin duda a aquellos momentos inciertos de la noche del 18 de Julio cuando la guarnicion de Pamplona, con el general Mola al frente ya se habia alzado ensecreto) las montañas alla al fondo (cito de memoria) empezaron a llenarse de gente. Eran pueblos enteros los que venian, tres generaciones en una, padres, hijos y nietos, con sus alcaldes al frente »…

« Recedant vetera nova sint omnia, corda, voces et opera » Asi termina Rafael Garcia Serrano –con ayuda de un latinajo- su novela : que lo viejo de paso a lo nuevo. A pesar de la guerra y tambien gracias a ella…

Oraculo y profecia de lo que ocurrio y de lo que ocurriria, que ilumina y actualiza la reflexion final del capellan (me figuro que carlista) Y la ilumina y actualiza,se me antoja, mas aun la frase final, en mayuscula : « Para Dios y el Cesar »

(El que quiera entender que entienda)


* : « Plaza del Castillo », de Rafael Garcia Serrano, prologo de Jose Esteban. Biblioteca del Mundo (2001)