viernes, diciembre 22, 2017

INÉS ARRIMADAS CONTRA EL PORNO ANTI-ESPAÑOL EN BÉLGICA(*)

Inés Arrimadas, mujer joven, y casada por lo que sé. No creo no obstante que sea improcedente en modo alguno el decir que proyecta de cara al exterior una imagen de mujer/española con la que no tengo empacho alguno en reconocer (me), en mi condición de español (expatriado) Y contra esa otra - a modo de mentís o de conjuro- rezumando ella pasión/española (mayormente la de la izquierda internacional) que se proyecta en venta libre por cima de los Pirineos, de antiguo, de hace años, siglos o decenios (ejemplos, el de la Bella Otero, la Malibran, y La Pasionaria, faltaría más…) Ingrediente esencial e indispensable, no se olvide, esa imagen (denigrante e indecente -de irrisión) de mujer/española- Y es de ese porno anti-español –de orgasmo asegurado (con perdón) y con toque y tufo a leyenda negra- del que en cualquier momento se puede ver victima cualquier residente (varón) español por cima de los Pirineos, especialmente en Bélgica (y sé de lo que hablo) Por eso y mucho más, la joven candidata de Ciudadanos -anti-Puigdemont- es la verdadera vencedora –material y simbólica o psicológica) a la vez de las lecciones en Cataluña. Y esa es la verdadera lección -”lecture” en francés- de su fulgurante triunfo: visto “desde acá” (que decía Pascal)
Verdad de acá, error del mas allá, decía Pascal. Lo negro es blanco y lo blanco es negro de este o del otro lado de los Pirineos, dicho sea en román paladino (o en castellano vulgar) Y visto de este lado (el belga) de los Pirineos, es cierto que la imagen sufre una considerable efracción comparada a la que están proyectando los medios españoles por cuenta de las elecciones catalanas en sus grandes titulares que leo al pasar, caminando por las calles de Madrid, donde me encuentro. La batalla de Cataluña humea todavía, quizás, pero fatalmente se apaga, mientras que la guerra que llevan haciendo los medios españoles por su cuenta al gobierno actual -y a su líder Mariano Rajoy- sigue ardiendo sin pestañear. En unos medios –los de FJLS o de Pedro/Jota- más que en otros, eso también es verdad. La elecciones catalanas no las ha ganado -contra todos los pronósticos de los medios extranjeros, belgas en particular-, el fugitivo de Bruselas, Puigdemont, sino Inés Arrimadas, la (joven) candidata de Ciudadanos (Citadans) un partido claramente anti-separatista (a fuer de liberal y centralista, “jacobin”) Una joven estudiante -“Erasmus” que habla pues francés e inglés –y también por supuesto catalán-, una catalano/ andaluza, nacida en Cádiz (con perdón), léase proveniente de esa España profunda que duerme (a todas horas) la siesta y come tor-ti-llá (con acento en la a) en la imagen -de denigración- tan fuerte -e inocentemente- anclada en muchos belgas ¡ay dolor!, que se aplica a todo ciudadano español con exclusión nota bene del catalán. Y de la que tan insidiosamente habrá aprovechado el “president” (felón) Ese es el mensaje profundo, subliminal, que despide el desenlace de las recientes elecciones en Cataluña vistas al menos del lado “de acá” (aunque ahora mismo, cuando esto escribo, no me encuentre “acá”sino “allá”) No me caso con nadie, todos aquí ya lo saben. No creo –del verbo creer (o credere)-en esa creación ex nihilo del partido Ciudadanos, no le debo nada tampoco a Mariano Rajoy pero la campaña innoble –de unos toques (y un tufo) innegables a Leyenda Negra- de la que aquí ha sido él victima en los medios (y no sólo) como ocurrió con Aznar, me ha llevado a cerrar filas en torno a él, amén de por esa operación (indignante) de acoso y derribo en los medios españoles rezumando a las claras histeria y resentimiento personal. Apostó fuerte -e imprudente- tal vez, adelantando las elecciones como le reprochan algunos. No lo sé. Tampoco sabría decir si ganó su apuesta a ciencia cierta, lo que sí está claro (para mí) es que no la perdió. En modo alguno. Sino que hizo lo que tenía que hacer. Aplicar la ley. Y aplicarla de la única forma –convocando elecciones anticipadas, después de garantizar la aplicación de la constitución- que mas allá de los Pirineos se mostraban dispuestos a aceptar. Y no perdió las elecciones, sino que las ganó no tanto en el terreno de las cifras -de escaños o de votos- como en el de los símbolos que es donde el reto verdaderamente se planteaba. Y es que ningún belga se atreverá a negar el extraordinario valor simbólico del triunfo de la joven Inés. Y es porque congela o conjura fatal e instantáneamente –y en un efecto perfectamente natural- ese orgasmo (y con perdón) que a muchos belgas –especialmente del lado flamenco (¡ay dolor!) - les produce el tema catalán. Y por cuenta (¡ay dolor!) del machismo/español)

*: ADDENDA El éxito, completamente insólito de esta entrada -por las cifras alcanzadas en el contador de vsitas (a año y medio de su publicación)- ha acabado por traerme malos pensamientos y es por cuenta -o por culpa- de su titulo, lease de la malas interpretaciones a la que (verosímilmente) se prestaba, en el contexto ademas del ascenso mediático fulgurante de la joven politico española, afincada en Barcelona, y de la nube de filias y fobias -y de elogios y de insultos y difamaciones en los medios (y a las pruebas me remito)- que ello le acarrea. Por lo que he optado por una (ligera) modificación o retoque del titulo, mas acorde con el tenor del artículo y con el significado y la intencionalidad que eran los míos en el empeño. Con su honor y su buena imagen siempre a salvo (de lectores morbosos), por supuesto

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy, en "EL PAIS", hay una crónica sobre la supuesta o real hispanofobia en algunos sectores de FLANDES.

...Y "FELIZ NAVIDAD"...
soy JULIO. un amigo de Madrid

Juan Fernandez Krohn dijo...

Hola Julio, gracias por el mensaje, y por el enlace también. Un fuerte abrazo y ¡feliz Navidad!